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El artista guipuzcoano Iñaki Ruiz de Eguino exhibe en el claustro del Monasterio de Urdazubi sus ... Caligcromías, pinturas en las que une «la caligrafía y el cromatismo, de ahí la palabra», explica. «De la misma forma en que un poeta crea un espacio a medida que va escribiendo, en estas obras la caligrafía y el color se unen para dar distintos sonidos a ese espacio nuevo que muestran».

Se trata de espacios cromáticos, con esa textura que les da el color «de tal forma que se pueden convertir en mágicos, y no tener límites». Para desarrollarlos ha tomado conceptos de la cromoterapia, la caligrafía automática, la pintura impresionista y el expresionismo abstracto americano. Grafismos y color que se funden en un conjunto que pretende alcanzar el espacio unificado.

Unicidad del espacio

Ruiz de Eguino sigue siendo fiel a sí mismo y continúa trabajando en la unicidad del espacio, un concepto que es el elemento definitorio de sus obras, también de sus esculturas. «Son obras que no estorban, que se pueden girar, ir en cualquier sentido...». Con algunas echa mano de la tradición y del trabajo en la tierra, ya que se basan en antiguos útiles de labranza. «Es el golpe en la memoria, con la que hay que tener mucho cuidado porque sólo lo que se escribe en determinado momento puede permanecer tal cual. Los recuerdos, la memoria personal y colectiva cambia con el paso del tiempo».

En su obra 'No -muro (nacimiento del cubo)', que próximamente instalará en formato más grande en el jardín del claustro, muestra «cómo ese muro se puede perforar con ideas positivas». Recuerda que en su escultura 'Puerta', instalada recientemente en Sabiñánigo, una niña le preguntaba si es cierto que colocándose en el centro de la misma se puede pedir un deseo, si es una puerta mágica. Es la energía u otra dimensión que él no controla, pero que mucha gente le dice que siente con sus obras. «Es un lugar de tránsito, por donde pasan muchas personas» y, sin embargo, a una niña se le ocurrió parar en el medio y dejarse llevar por lo que sentía.

Dentro de unas semanas colocará una obra de grandes dimensiones en el exterior del Monasterio, en la entrada.

Monasterio

Está encantado con exponer en el claustro del Monasterio Premostratense de Urdazubi. Es un espacio que comparte con otros grandes artistas vascos, en una exposición de carácter permanente. Para el artista donostiarra el Monasterio «es especial, es un espacio telúrico sacro, cargado de historia».

Urdazubi es una de las puertas al Valle de Baztán, un enclave rodeado de montes, agua, valles, lo que le imprime «un carácter espiritual que entronca con mi trabajo», con una sacralización del arte.