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El Centro Cultural de la Villa acoge las exposiciones Verbos de silencio, una muestra retrospectiva dedicada al escultor madrileño Máximo Trueba, y Expansiones implosivas. Derivas de la escultura en la colección Caja de Burgos, colección de arte contemporáneo que recoge 35 piezas de 26 artistas contemporáneos que forman parte de los fondos de la colección.

"El silencio... el silencio de la actividad es lo que me atrae". De esta frase de Máximo Trueba surgió el título Verbos de silencio para la exposición retrospectiva, que recorre la casi totalidad de su trabajo entre los años 1979 y 1996.

La exposición comienza con las obras de su primera exposición individual en la madrileña Galería Aele, Prismas, inaugurada el 11 de ... enero de 1983, que muestra el fruto de dos años de trabajo sobre las piedras de la cantera de Calatorao; en ella las piezas responden al concepto tradicional de la escultura como volumen, al que Trueba confronta con la fragmentación de cada talla individualizada y la complementariedad que establecen entre sí. La exposición continúa mostrando la parte central de su trabajo, lo que se podría considerar el grueso de su propuesta como escultor contemporáneo. Trueba adelgaza y aligera las piedras, y adquiere, independientemente de su tamaño o altura, carácter totémico y ritual, con referencias al cuerpo femenino, a la casa o a la familia. Incluye la naturaleza y sus normas mediante acequias y depósitos que hermanan mineral y agua. Completa la exposición las obras que formaron parte de la muestra individual dedicada al artista que tuvo lugar en el Espacio Caja de Burgos, en 1994, en la que se mostró el importante giro que daba a su obra con la incrustación del color en los surcos, cápsulas, depósitos o huecos abiertos en el granito.

El diseño del montaje desempeña un papel protagonista, pues tanto las agrupaciones como las inclusiones del color en la presentación de las piezas quieren cumplir un deseo reiteradamente expresado por el artista.

MÁXIMO TRUEBA

Nacido en Madrid en 1953, y triste y trágicamente fallecido en accident e en 1996, Máximo Trueba fue reconocido, a lo largo de su intensa y solitaria trayectoria, como un importante y riguroso creador de formas simples y puras y, también por ambicionar un proyecto artístico que incluía no sólo su labor profesional propiamente dicha, sino también sus intervenciones en la música, la arquitectura, la tecnología resolutiva, etc., y su actividad pedagógica.

A su formación académica (Bellas Artes, Escuela de Artes y Oficios y Arquitectura) añadió sus aprendizajes con Joaquín García Donaire, Vicente Moreira y Pablo Serrano, educación y trabajo que le proporcionaron un sólido conocimiento del trabajo en las canteras y de las técnicas del tallado de la piedra, que él llevaría por su propio y personal camino.

En 1980 obtuvo la Medalla de Plata en el Primer Certamen de Escultura al Aire Libre "Villa de Madrid", lo que le abrió las puertas de la Galería Aele-Evelyn Botella.

Sus muestras individuales de 1983, en Aele, la de 1987 en el Museo de Bellas Artes de Santander y las sucesivas, en 1988 y 1991, en su galería madrileña le situaron como una de las principales figuras participantes en un proceso de modificación del panorama de la escultura española contemporánea. Su exposición en el Espacio Caja de Burgos, en 1994, apuntaba una nueva lectura del pop y el minimal que abría caminos inéditos, que no concluyó de explorar.

Su presencia en las ediciones de la FIAC, de Basel y de ART'Cologne le proporcionaron presencia internacional, que tuv o un momento especialmente importante con la instalación de una pieza pública en Akita (Japón) en 1988.