Exposición en Santander, Cantabria, España

Experiencias 2

Dónde:
Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria (MAS) / Rubio, 6 / Santander, Cantabria, España
Cuándo:
21 dic de 2007 - 10 mar de 2008
Descripción de la Exposición
Producida y organizada por el Museo de Bellas Artes de Santander y la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, con el comisariado de Salvador Carretero, Belén Poole e Isabel Portilla, la muestra la compone medio centenar de obras de arte contemporáneo –casi todas, fotografías y vídeos-, pertenecientes a las dos colecciones citadas y adquiridas en los dos últimos años, incluyendo a su vez alguna obra pictórica y escultórica. El proyecto se articula en varios capítulos y están representados los siguientes artistas: Eugenio Ampudia, Manu Arregui, Miriam Bäckström, Gabriele Basilico, Bleda y Rosa, Juan Carlos Bracho, Jean-Marc Bustamante, Catarina Campino, Nuria Canal, Naia del Castillo, Victoria Civera, Félix Curto, Hamish Fulton, Mads Gamdrup, Concha García, Pilar Gómez Cossío, Pierre Gonnord, Luis González Palma, Luis Gordillo, Arancha Goyeneche, José María Guijarro, Pablo Hojas, Alfredo Jaar, Aino Kannisto, Eva Koch, Cristina Lucas, Chema Madoz, Joaquín Martínez Cano, Juan Martínez Moro, José Mª Mellado, ... Felicidad Moreno, Yasumasa Morimura, Vik Muniz, Paloma Navares, Juan Navarro Baldeweg, Alfredo Omaña, Ester Partegás, Concha Pérez, Juan Carlos Robles, Georges Rousse, Fernando Sánchez Del Castillo, Santiago Sierra, Laura Torrado, Adrian Tyler, Juan Uslé, Florence Vaisberg, Ignasi Aballí, Richard Billingham, Sergey Bratkov, Tacita Dean, Pablo Hojas, Stephen Huber, Yasumasa Morimura, Rax Rinnekangas, Ian Wallace, Tim White-Sobieski.

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Evolución, transformación, descentralización, transversalidad, son algunos de los términos teóricos alrededor de los cuales se ha venido trabajando prácticamente en esta periférica y puntual institución –el Museo de Bellas Artes de Santander que se va mostrando más como Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria- desde los noventa y hasta estos tiempos. Siempre hemos ido tratando de plantear los distintos conceptos del discurso por los que ha transcurrido esta dura travesía, sobre supuestos de posibilidades y realidades, desbordados casi siempre, de forma especialmente generosa en nuestro caso y situación, por las propias posibilidades de la misma, sobre todo en lo tocante a asuntos presupuestarios y afines, desde una muy modesta plataforma de recursos económicos y materiales. Es incluso posible que, dadas las circunstancias, se haya ido al límite de los límites, con un posicionamiento evidente de hacer lo máximo de posibilidades con lo mínimo, gracias desde luego a un equipo que –inexistente en origen y primer largo desarrollo-, ha ido creciendo.

Que el Museo de Bellas Artes de Santander ha evolucionado totalmente en multitud de aspectos –colección en su registro e inventario, hacer colección, exposición de la colección, rehabilitación del vetusto inmueble, proyectos expositivos temporales, conservación, restauración, trabajos editoriales, divulgación, investigación, relaciones institucionales y de muy diversa índole, etc.-, es una evidencia. Que simultáneamente ha tenido lugar una total transformación, vislumbrándose ya una normalización museográfica futura, antaño inexistente, otra. Que sigue empeñado en resaltar el talento local y autonómico incardinado en el nacional e internacional, en necesario cuidado de una descentralización fundamental, una más..., hecho que a su vez está concatenado al de la transversalidad que venimos desarrollando desde ya hace muchos años, nos está ofertando otras lecturas ricamente diversificadas, ejemplo casi excepcional –si no único- en el panorama de los museos españoles. Nuestra identidad, sus luces y sombras, sus vaivenes, sus variopintos desarrollos, es la que hemos deseado apoyar desde un rigor cualitativo, desde formulaciones bien diferentes. En cualquier caso, falta aún mucho trecho por recorrer, abundando en un positivo y necesario sentido de autocrítica que afecta a muchos campos de actuación y trabajo necesarios y hasta imprescindibles.

Sin perder de vista éstos, y otros conceptos, hoy prefiero acercarme al planteamiento y concepto de evolución, bien diferente al del cambio. Para ello, siempre se hacía y se hace necesario un conocimiento de la realidad artística audiovisual actual, incluyendo la multitud de registros simultáneos que se van sucediendo sin solución de continuidad. Otra cosa bien distinta es administrar una presunta adivinación de un insólito futuro. Como siempre, y aunque no es fácil, dejamos de lado el territorio del mercado, sin duda más que enrarecido, que tantas veces hace un formidabble daño a cuestiones esenciales, utopías e idealismos al margen. Elucubrar sobre esos futuros –en plural-, sobre los escenarios por llegar, en sus diferentes capítulos, puede ser una pérdida de tiempo, si bien, es positivo atender, de alguna forma, a muy relativos diagnósticos.

Así es, cuando llega el momento de mostrar la colección permanente titulada ¿Sin Límites?, cuando la presentamos hace ya un buen puñado de años, pensábamos que se iba a generar una polémica pública sin parangón o, al menos, vislumbrábamos esa posibilidad. Reconozco la equivocación. A algunos, la propuesta y el planteamiento no les gustó nada. A otros muchos, sin embargo, les sorprendió gratamente. A nadie ha dejado indiferente. A los niños –fieles termómetros- les ha hecho crecer, de forma divulgativa y entretenida, alejándonos nosotros mismos de aspectos didácticos y pedagógicos que en modo alguno nos corresponden. Dicho planteamiento tenía y tiene una personalidad, como digo, sin posible comparación con otras propuestas de otras instituciones hermanas o análogas, al nivel y posibilidad posibles de la casa. El planteamiento era y es una pura y pensada contradicción, plena de dislocaciones y ubicaciones, de equilibrios e inestabilidades, de discusiones y debates, de encuentros y desencuentros, una sencilla trinchera impregnada de evolución, al hilo quizá de lo que reflexiona y ensaya Brea (Cfr. de José Luis Brea: El tercer umbral. Estatuto de las prácticas artísticas en la era del capitalismo cultural. Cendeac. Ad Hoc Ensayo. Murcia, 2004), ofreciendo una discusión que a su vez genera multitud de cuestiones, dada la evidente inestabilidad del futuro.

Esta positiva contradicción tiene también su recorrido, además de en la colección permanente, a través de los distintos proyectos expositivos –dado muy especialmente a través de El Puente de la Visión-, pero, también y sobre todo, en el hecho de hacer colección. Ésta es una de nuestras más importantes dedicaciones, dentro de, insisto, las modestas posibilidades del Museo, ingreso de obras desde sus distintas vías. Toda construcción y desarrollo de colección, lleva implícito un planteamiento personal, sea esa colección pública o privada. En el caso de la pinacoteca santanderina, si se trabaja con los conceptos ya reseñados, es necesario trabajar dentro de los contextos de la propia colección, cuidando, como decimos, los talentos de la tierra, incluyendo los rasgos de testimonios contundentes de ella. Para su desarrollo y su contextualización, es necesario conocer a fondo la misma, junto con las posibilidades de otros crecimientos o incardinaciones, en pos de que sean razonables y coherentes, planteamiento que pasa, naturalmente, por conocer a fondo la colección o colecciones.

Referente a la colección del Museo de Santander, cuando llegamos en 1990, parecía que la componían casi novecientas obras artísticas en el registro; hoy superan las mil seiscientas, al margen de otras dos mil quinientas piezas de numismática, medallística, sigilografía y otros conceptos. De aquéllas casi novecientas, muchas de ellas jamás podrán ser calificadas como arte, pero, no considerando ahora de otras cuestiones, son, quiérase o no, parte histórica de la institución, parte de sus sombras testimoniales. Y que ahora recuerde a vuela pluma, una sóla obra era de un artista extranjero del siglo XX –Jerry Sherin-, junto con varias pinturas italianas y flamencas de los siglos XVI, XVII y XVIII; sin intención, transversal en este caso, porque no la hay. Todo lo demás, eran piezas artísticas de cántabros casi en su totalidad –clásicos, históricos y de nuevas generaciones del último tercio del siglo XX-, con un porcentaje escaso de obras de artistas del resto del país. En resumen, la colección era modesta y sufridamente periférica; el excelente o buen talento regional, estaba bastante bien representado; la colección era fiel testimonio de tiempos pretéritos, era esencialmente testimonial, y eso era casi todo. No se ha de olvidar el largo período franquista, y la general escasa o nula profesionalización; a pesar de todo ello, es necesario valorar en mucho el positivo trabajo de Simón Cabarga: con él se especializa la pinacoteca en los años cuarenta, y sin él, no sé lo que hubiera llegado a nuestras manos, quizá bien poco. Y desde ese año de 1990, la colección ha crecido en todos los sentidos: por supuesto que a ella ha ingresado obra de artistas cántabros, pero también, y sobre todo en los últimos, obra de artistas españoles y extranjeros.

Referente a la colección de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria, también se se aprecia su conjunto de testimonio, su gran parcela de fondos autonómicos y regionales y, también en el último decenio o lustro, ingresan obras de artistas nacionales e internacionales, algunas de ellas ciertamente importantes (Cfr. de Salvador Carretero/Gabriel Rodríguez/Juan Glez. Riancho/Ruth Méndez: colecciónnorte arte contemporáneo. Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria. Santander, 2007). Y como en la del Museo de Bellas Artes de Santander, la colección de la Consejería de Cultura también precisa de un buen filtro, deconstrucción y construcción, asunto que planteamos en nuestro ensayo.

El hecho de hacer colección, es asunto clave en un museo, en una institución. Perder tiempo en este territorio, significa generar profundas heridas, difícilmente superables. De otro lado, tratar de paliar lagunas, es un absurdo: a estas alturas, a nadie se lo ocurre. Todo pasa por otorgar personalidad a la institución, incardinando, construyendo y deconstruyendo, huyendo a su vez de darle un sentido similar o parecido al de otros muchos centros, sumidos en un soberano aburrimiento. Tras una vida centenaria o de muchos años, supongan que hay de todo y para todos los gustos..., y disgustos... Y es precisamente lo que sucede en ambas colecciones, advirtiéndose un curioso y aprovechable paralelismo, suscitando en ambos casos un justo aprovechamiento transversal y descentralizador.

Experiencias 2

Durante el verano de 2005 tuvo lugar otra muestra titulada Experiencas. En esa ocasión se exhibió una selección de obras propiedad ya de ambas instituciones, de la Consejería de Cultura y del propio Museo de Bellas Artes de Santander, nuevamente producto del trabajo de hacer colección. El proyecto lo componían obras de todo tipo de soportes, pertenecientes a Ignasi Aballí, Sergey Bratkov, Rosa Brun, José Pedro Croft, José María Guijarro, Tony Oursler, Tobías Rehberger, Rax Rinnekangas, Julian Schnabel, Seo y Juan Uslé (Cfr. Lidia Gil Calvo: Experiencias. Museo de Bellas Artes de Santander/Consejería de Cultura, Turismo y Deporte. Santander, 2005).

Y por fin llegamos a esta nueva muestra titulada Experiencias 2, que se expone en las plantas 0 y 1 del Museo de Bellas Artes de Santander. Dicha selección está fundamentada en esta caso más hacia el campo de la fotografía fija y móvil, que hacia otros soportes, simplemente, para poder incardinarlo en Foconorte, y apoyar más esta iniciativa colectiva. El pasado año, el Museo lo hizo con una extraordinaria exposición monográfica dedicada al italiano Gabriele Basilico, muestra única de casi cien fotografías y quinientos contactos que se expuso simultáneamente en el Mercado del Este (sala A) y en la propia pinacoteca (Cfr. Salvador Carretero Rebés: Gabriele Basilico. Huellas de identidad. Museo de Bellas Artes de Santander. Santander, 2006). Pero a la esencia fotográfica y videográfica mayoritaria expuesta en las plantas 0 y 1 del Museo de Bellas Artes de Santander de Experiencias 2, es preciso añadirle otras obras pictóricas y escultóricas, así como testimoniales, que generan nuevamente la transversalidad descentralizadora. Dicha relación de obras, que supera el medio centenar, la hemos trabajado de similar forma a la que presenta la colección permanente titulada ¿Sin Límites? (Cfr. de Salvador Carretero/Belén Poole/Isabel Portilla: ¿Sin Límites? 2003. Colección Permanente. Museo de Bellas Artes de Santander. Consejería de Cultura, Turismo y Deporte. Museo de Bellas Artes de Santander/Consejería de Cultura, Turismo y Deporte. Santander, 2003).

Efectivamente, en Experiencias 2, planteamos nuevas relaciones entre las obras, a través de diversos temas. El primer capítulo lo dedicamos a la inteligencia emocional, con reveladoras obras de Catarina Campino, Nuria Canal, Naia del Castillo, Vicky Civera, Florence Vaisberg, Laura Torrado, Vik Muniz, Felicidad Moreno, Luis González Palma y Aino Kannisto, obras de distinto compromiso y presididas todas por Comida en familia de María Blanchard, obra que ha recuperado todo su esplendor como consecuencia de una decisiva intervención de conservación que se le ha practicado. Con otro compromiso, se desarrolla otro espacio, con piezas de Pilar Gómez Cossío, Luis Gordillo, José María Guijarro, Alfredo Jaar y Cristina Lucas. El paisaje urbano y campestre se resuyelven con distintas obras de Gabriele Basilico, Félix Curto, Pablo Hojas, Joaquín Martínez Cano, Concha Pérez, Adrán Tyler, Eva Koch, Hanis Fulton, Mads Gandrup, Arancha Goyeneche, José María Mellado y Alfredo Omaña. Otro capítulo está reservado a la naturaleza viva, con creaciones de Miriam Bäckström, Concha García, José María Guijarro, Chema Madoz, Juan Martínez Moro, Paloma Navares, Esther Partegás, Fernando Sánchez del Castillo y Santiago Sierra. Y otras obras, ya en el campo de la recuperación pictoralista, de Juan Carlos Bracho, Jean-Marc Bustamante, Juan Carlos Robles y Georges Rousse.

La vida es bella

, así se titula una de las más inteligentes películas de los últimos tiempos; y así finaliza la perorata de Glob, ese curioso y baboso personaje de Tony Oursler que pertenece a la colección de la Consejería de Cultura, y que estuvo en esa exposición de 2005 titulada Experiencias. Contradicción de contradicciones, porque no hemos de narrar ahora aquí el formidable drama de la película. Como no hemos de esconder el sorprendente impacto que la emblemática pieza de Oursler lleva provocando en casi todos los niños. Cuando ésta se expuso durante un largo tiempo en la colección permanente ¿Sin Límites? del Museo de Bellas Artes de Santander, todos los días apreciábamos que los niños se acercaban con verdadero temor y hasta terror hacia el curioso y asqueroso ser, adelantándose poco a poco hacia ella, con mucha prudencia y de puntillas, escondiéndose entre las vigas de la sala en donde estaba expuesta. Análoga contradicción, buscada y encontrada, volvemos a plantear ahora en Experiencias 2, nueva selección de piezas que ambas instituciones hemos ido comprando entre 2005 y 2007. es la consecuencia del trabajo de hacer colección de dos instituciones difererentes y de formas distintas. Cada una de ella posee sus particularidades, con posibilidades también contundentemente diversas. Y no es la primera vez que, en la sede del Museo de Bellas Artes de Santander, trabajamos una muestra bajo parámetros análogos. Entre diciembre de 2002 y febrero de 2003 se desarrolló la primera, seleccionando fondos comprados en ese primer año. Todas las obras eran, en esa ocasión, propiedad de la Consejería de Cultura: fotografías de Yasumasa Morimura, Pierre Gonnord, Gabriele Basilico, Perejaume, Cándida Höfer y Bleda y Rosa; un video de Morimura; y una obra de concepto mixto –más cercano a planteamientos pictóricos- de Daniel Verbis (Cfr. Catálogo de exposición Museo de Historia y Arte de Cantabria. Adquisiciones 2002 (selección) de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte. Museo de Bellas Artes de Santander. Santander, 2002).

 

 
Imágenes de la Exposición
Vik Muniz

Entrada actualizada el el 26 may de 2016

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