OLAF BREUNING – FACES
The Daily Dose - 2019
Al moverse por las redes sociales, está claro que ciertos temas atraen constantemente la atención. Pero mezclado con las fotos de vacaciones jactanciosas, selfies gratuitos, memes cansinos y videos de gatos, se destaca la imagen de un bote de mostaza sonriente.
La cuenta de Instagram del artista Olaf Breuning saca comida de un entorno familiar de cocina o comedor y desafía a los espectadores a ampliar su idea de lo que puede ser el arte de la comida. Publica una cáscara de huevo con una sonrisa o un guisante colocado estratégicamente en la parte trasera de su gato una semana, y dulces ojos en el estómago de su esposa embarazada la próxima. Pero esto no es solo una colección de caras divertidas en cebollas y cáscaras de plátano. El artista nacido en Schaffhausen y criado en Zurich está utilizando las redes sociales como un...experimento artístico.
Breuning describe las redes sociales como un "jardín" que mantiene junto con sus otras prácticas de dibujo, pintura, video y escultura. Las caras, no tan ocultas han sido durante mucho tiempo un tema en su trabajo, y han demostrado ser una estrategia fructífera en Instagram desde que comenzó a publicarlas en 2013. Sin embargo, al hablar con Breuning, tengo la impresión de que está jugando conmigo. Durante el desayuno, me dice que las exposiciones en museos que incorporan elementos interactivos son "muy molestas", y luego lo publica en Instagram la tarde siguiente.
La sátira cultural ha impulsado el trabajo de Breuning desde principios de los 90. Primero realizó una serie de películas llamadas Home en las que sigue a un turista ignorante a través de situaciones problemáticas. Luego vino The Art Freaks, una colección de fotografías de cuerpos desnudos que Breuning había pintado al estilo de las obras maestras. Y luego vino una escultura de nube de aluminio de 35 pies instalada con grúas y recolectores de cerezas. También estuvo el momento en que llenó una piscina con flores de plástico y bolas para liberar el estrés con forma de senos.
Para apreciar completamente el trabajo de Breuning, "hay que saber que el sentido del humor suizo tiende a ser más loco y absurdo y los chistes más sutiles y menos viciosos", escribe Alain Bieber en la introducción de Olaf Breuning (2016), un catálogo de tapa dura de collages fotográficos, esculturas, pinturas y cómics. Las cuentas de Breuning brindan un vistazo divertido al mundo del arte, de alguien que no se toma a sí mismo demasiado en serio.
El mundo del arte serio, claramente aprecia ese ingenio. Breuning ha exhibido en Art Basel, en Suiza y Miami, desde 1999. Este año, su colección de bocetos, titulada Random Thoughts About Life, se exhibirá en Art Basel Switzerland, que se describe como "el modelo para todas las demás ferias de arte".
Sus aviones, edificios y botellas de vino personificados probablemente captarán la atención a medida que los asistentes deambulen por el aluvión de stands, al igual que las caras de comida de Breuning se destacan en una concurrida alimentación social.
Art Basel no es la única razón por la que regresa a casa. "Siempre que tengo la oportunidad, vuelvo", ya sea para espectáculos, incluida una exposición de fotografía en conjunto con el amigo de la ciudad y el artista multimedia Yves Netzhammer en Galerie Mera el verano pasado, o visitas familiares, dice Breuning. Con suerte, publicará algo con alimentos básicos suizos como chocolate y queso cuando vuelva.
Breuning no es la primera persona que juega con su comida para una audiencia en la web. Está Lauren Purnell (@culinary_canvas), que hace personajes y escenas comestibles en un plato blanco liso; Gretchen Röehrs (@groehrs), quien diseña conjuntos de ingredientes sobre bocetos de moda; y Danielle Evans (@foodtypography), que anima las palabras con comida.
Lo que los 67,000 seguidores de Breuning pueden no darse cuenta, y lo que lo distingue, es que se está burlando sutilmente del exceso de información de hoy en día, con su propia cuenta. Todo lo que recibe valida aún más su experimento, lo que demuestra que el éxito en las redes sociales se reduce a una fórmula.
“Mis ambiciones han sido muy bajas desde el principio. Solo publico cuando veo algo ”, dice. "El aumento de seguidores me motivó a hacer más, pero no se ha convertido en una presión para producir". Cuentas como la suya agrandan la definición de lo que es el arte contemporáneo hoy en día.
Incluso si no tiene el mayor número de seguidores o me gusta, la cuenta de Breuning sin duda ha tenido un impacto en el circuito artístico internacional. La Galería Nacional de Victoria de Australia presentó una selección de sus rostros de comida en su trienal de arte, en 2017. El Public Art Fund, una organización sin ánimo de lucro que abrió en 1977 y que ayuda a llevar el arte contemporáneo a los espacios públicos de la ciudad de Nueva York, siguió el mismo ejemplo presentando la reproducción de algunas de sus publicaciones más divertidas en su subasta benéfica de primavera en 2019. Los editores Silent Sound y VfmK han trabajado con el artista en la creación de un libro que contiene 500 de sus fotos de rostros. Su cuenta también ha generado oportunidades comerciales con marcas como Gucci y Apple.
Sin embargo, Instagram no es una plataforma segura para todos. "Es un músculo que debes desarrollar", dice Mark Rosen, director asociado de marketing en el mercado digital Artsy. Seguido por algo menos de 43,000 seguidores en @markatthemuseum, Rosen también señala que las redes sociales son complementarias a las prácticas de ciertos artistas y no complementarias a otras.
Para Breuning, diríamos que es lo primero.
Imágenes de la Exposición
Olaf Breuning — Cortesía de la Galería Leyendecker
Entrada actualizada el el 20 dic de 2019
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