Fotógrafa autodidacta, ha crecido bajo la mirada de un fotógrafo aficionado pero apasionado, su padre, que se pasaba los domingos entre su garaje y su laboratorio fotográfico. Desde su más remota infancia, el objetivo fotográfico siempre ha formado parte de su vida hasta el punto que una vez adolescente, le pareció natural elegir esta forma de expresión para conservar una huella de todo lo que descubre y experimenta.
Por su relación con la escritura, la fotografía le permite dar sentido a las cosas de la vida y constituye un vector algo mágico para compartir su admiración ante la belleza del mundo. Sus exposiciones le permiten animar al espectador a ver el mundo de otra manera gracias a los filtros de su sensibilidad.
Después de recorrer África durante años, quiere dar testimonio de su experiencia y su emoción sobre todo frente a la valentía y a la constancia de las africanas, que como...hijas que son del Titan Atlas, llevan este continente a hombros. Llevan todo el peso de la economía familiar; se ocupan de todo, trabajando en el campo, gestionando recursos, cuidando del buen funcionamiento de la casa y del pueblo. Cuando se mueven, nunca tienen las manos libres, siempre llevan algo: niño, paquete, herramienta, a veces con grandes bultos, orgullosamente colocados en la cabeza…
Béatrice K-SIM desea rendirles homenaje, destacando su constancia y su valentía a través de unas cuantas imágenes sacadas en vivo por los pueblos o al borde de la carretera.
