El músico norteamericano John Cage nos enseñó con su 'Música concreta 4 minutos y 33 segundos' a escuchar a través del silencio, y Mati Moreno, con estos grabados, indaga en los ritmos, en las texturas, en el orden imperfecto y en el espacio del silencio; entendido como un espacio de meditación en el que mudar la piel.

Antes de recorrer sus piezas es preciso hacer silencio en nuestra mirada para descubrir las atmósferas, los efectos ópticos, las fronteras y posibilidades camaleónicas de un silencio que tiene secretos y emociones hacia fuera, hacia dentro.

Mati Moreno medita, explora y expresa las formas del silencio a través de la abstracción geométrica de sus collages, organizando figura y fondo, formas y mancha, límites y fugas, veladuras y sombras con la claridad y la precisión de la ... razón y del cálculo, pero también con una sugerente espontaneidad lírica.

El resultado es que su pintura consigue convertir el silencio en una misteriosa partitura abierta a mil sonidos y significar que el silencio también es un camino que lleva de nuevo a la vida.