El siempre polémico Boris Hoppek sorprende con cada una de sus muestras incluso a sus más acérrimos seguidores. Su obra es "única", apelativo que se ha ganado a base de trabajar sobre un estilo muy personal, caracterizado por un trazo de línea sencillo que define a personajes bícromos, sexuados y provocadores que no dejan indiferente a nadie. Ya sea mediante el dibujo, la pintura, sus populares bimbosculptures o sus instalaciones con cartón, plantea temas como el amor, el sexo, la lucha, el racismo o la inmigración con un lenguaje visual frecuentemente drástico que pone al espectador en situaciones incómodas.

Sin abandonar el spray, el cartón, la tela,... que le vieron nacer, en esta producción que titula FRÁGIL, Hoppek incluye por primera vez la experimentación fotográfica.

Con la ambigüedad con la que la palabra "frágil" puede ... ser interpretada, Boris crea un micro mundo dentro del cual diferentes mujeres escenifican una sexualidad ambigua, entre lo puramente erótico, una lectura del reclamo a la libertad sexual y una teatralización de su vulnerabilidad.

La belleza de la mujer queda relegada a un segundo plano y toda la atención se centra en el prominente sexo que las "viste" o los complementos con los que Boris atormenta a sus personajes.

Nos pone en el difícil papel de ser nosotros los que estamos expuestos a la poderosa atracción de las provocadoras escenas ante la que nos enfrentemos.

La muestra se complementa con CRISIS, un imprescindible calendario 2009 en el que una selección de las fotos expuestas, lejos de narrar la coyuntura económica, provoca y evoca las crisis que las mujeres experimentan con sus complejos y cambios.

En 86 NEGRITOS, su última exposición en España (Baluarte de la Candelaria, Cádiz, julio de 2007), Hoppek escenificó una crítica ácida sobre la inmigración que radicalizaba con matices ciertamente violentos nuestra relación con la inmigración y los inmigrantes.

Con esta nueva muestra nos retará a enfrentarnos cara a cara con la sexualidad y el sexismo, en una sociedad aún marcada por tabús heredados del catolicismo.