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Francisco Sobrino (Guadalajara, 1932) es uno de los artistas cinéticos más destacados y determinantes a nivel internacional. Tanto su trayectoria, vinculada al GRAV (Groupe de Recherche d'Art Visuel), como la calidad y solidez de su obra, hacen de él una artista fundamental para comprender el movimiento cinético y el OpArt. Comienza sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios en Madrid en 1946, que continúa en la Academia Nacional Buenos Aires en 1949, año en el que emigra con su familia a Argentina. Permanecerá en dicha escuela toda la década de los 50, introduciéndose dentro del complejo y rico panorama artístico bonaerense. En enero de 1959 se traslada a París. Siguiendo la estela de Victor ... Vasaley, toma contacto con varios artistas franceses (Stein, Yvaral y Morellet) y sudamericanos (García Rossi y Le Parc, amigos de Buenos Aires) con los que forma el GRAV en 1960. A lo largo de la década de los 60, tanto la trayectoria del GRAV como la de Sobrino van tomando importancia hasta convertirse en elementos fundamentales del panorama artístico internacional, participando en exposiciones en multitud de museos y galerías de arte de toda Europa, especialmente Denise René. Tras la disolución del grupo en 1968, Sobrino pudo ya concentrarse totalmente en su obra que desarrollará hasta hace pocos años, cuando debido a graves problemas de salud cesa su actividad.

Podemos considerar al arte cinético en general y al de Francisco Sobrino en particular, como una de las vertientes plásticas más interesantes de la segunda mitad del siglo XX. Esta propuesta revoluciona el objeto artístico tradicional para darle una nueva dimensión más acorde a su tiempo. Por un lado Sobrino además de las técnicas tradicionales, utiliza materiales considerados hasta entonces de uso industrial en la creación de sus obras, tales como el metacrilato, vidrio, plástico, acero inoxidable o aluminio. Por otro lado, partiendo del arte geométrico, Sobrino introduce conceptos muy relacionados a la entonces innovadora y revolucionaria Física Cuántica y los aplica a su producción: experimenta y utiliza las posibilidades combinatorias, las permutaciones, la aleatoria, la probabilidad, la movilidad y la estática. La obra de arte deja de ser un objeto físico y determinado y, mediante la manipulación de la luz, del color y del movimiento crea efectos ópticos y dinámicos que contribuyen a la inestabilidad visual y a la ambivalencia de la percepción. El espectador se convierte en un agente activo determinante, porque con su mirada y movimiento es quien da dinamismo a la obra. La implicación del espectador será lo que busquen Sobrino y los otros miembros de GRAV con la performance que harán en las calles de París en 1966 titulada 'Arte en la calle', con el fin de socializar el arte en un París que ya bullía en un ambiente pre-mayo 1968.

Su obra continúa exponiéndose hoy en día en galerías de arte de Italia, Francia o España y en importantes muestras internacionales, destacando 'Dynamo' en el Grand Palais de París en 2013.

La galería Guillermo de Osma presentará un interesante grupo de obras que muestran el universo creativo de Sobrino, compuesto por obras de sus numerosas series, etapas, y técnicas. Cabe destacar un nutrido grupo de gouaches firmados en 1959, el año de su llegada a París, con propuestas que desarrollará en los años siguientes; varias obras realizadas en la década de los 60, cuando estaba integrado dentro del GRAV; así como varias esculturas y relieves en metacrilato de la década de los 70, y tres grandes óleos cinéticos de gran interés.