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Comisariada por el crítico de arte Ricard Mas, la muestra ha sido una de las primeras en España sobre el lenguaje del videojuego, y ensenya su evolución histórica hasta pasar de simple entretenimiento a otra de las bellas artes. Ante las múltiples expresiones actuales de esta nueva tecnología, el montaje ha preferido centrarse en tres creadores determinantes de sus momentos más cruciales: Shigeru Miyamoto, John D. Carmack y Will Wright.

La mayoría de edad de un arte singular

Inicialmente, los videojuegos fueron una nueva aplicación de las nuevas tecnologías de la imagen y adquirieron un espacio destacado en el sector del entretenimiento. Sus contenidos se desarrollaron al margen de la cultura oficial y, en muchos casos, con un cierto carácter contracultural o puramente consumista. Sin embargo, hoy en día ya nadie puede discutir que la técnica ha alcanzado la mayoría de edad y que su lenguaje se ha ido sofisticando tanto que ya constituye una nueva forma de cultura, con un código propio dentro de una plataforma artística singular y autónoma.

Tres pioneros en su especialidad

Shigeru Miyamoto (1952) es el creador Donkey Kong, Super Mario Bros.. y The Legend of Zelda: Ocarina of Time. Es uno de los padres del videojuego y está considerado el mejor diseñador mundial de juegos. Actualmente, es el director administrativo general del área de entretenimiento, análisis y desarrollo de Nintendo, y es productor, director y supervisor de muchos juegos de la compañía. El 200, el gobierno francés le concedió la Orden de Caballero de las Artes y las Letras junto con los diseñadores Michel Ancel y Frédérick Raynal.

John D. Carmack (1970) cofundó en 1991 id Software, una empresa de desarrollo de videojuegos. Sus habilidades de programador, sumadas a los diseños de John Romero, le permitieron crear los primeros juegos de acción en primera persona (FPS) Wolfestein 3D, Doom y Quake. También es autor de varias técnicas algorítmicas para gráficos de ordenador. Sus motores de juego están patentados y utilizados en algunos de los juegos de acción en primera persona más influyentes de la historia del género, como Half-Life y Medal of Honor. En 1999 ocupó el número 10 en el ranking de los 50 personajes más influyentes en el mundo de la tecnología, publicado por la revista Time.

Will Wright (1960) es cofundador de la empresa de software Maxis junto con Jeff Braun, además de diseñador de los programas de simulación Sim City, Sim Earth, Sim Ant y Spore. El videojuego The Sims, simulador de la vida humana en sociedad, fue lanzado por Maxis en 2000 y ha sido el más vendido de la historia de los PC. Como hecho insólito, es uno de los pocos juegos con más fans femeninas que masculinos.

Una muestra abierta a todos los públicos

Mediante juegos interactivos, pantallas estáticas, vídeos, documentos y máquinas, la exposición sigue la evolución del videojuego hasta el umbral del siglo XXI, de la mano de estos tres creadores emblemáticos, que representan el mismo papel que Méliès, Eisenstein y Griffith jugaron en la aparición del cine, o Leonardo, Rafael y Miguel Ángel, en la historia del arte. La muestra está dirigida a todos los públicos, tanto los interesados por el arte y la creatividad como los amantes de las nuevas tecnologías y la mecánica del juego.

Un catálogo con visión de futuro

Por su carácter pionero en los estudios sobre un arte tan joven, la muestra se complementa con un catálogo que es herramienta de referencia para sus futuros investigadores. El libro contiene textos sobre los tres creadores de la muestra a cargo de Jesús Rocamora, Toni de la Torre y Àlex Barnet, así como un estudio de las relaciones entre la música y los videojuegos, hecho por Marta Hurtado, y otro que analiza las relaciones entre el cine y los videojuegos, aportado por el comisario Ricard Mas, que también se ha ocupado de la completa bibliografía y de las fichas exhaustivas de los 26 juegos presentados en la exposición.