LA FUGACIDAD Y LA PERMANENCIA DEL INSTANTE -el gran tema medular de la pintura universal- viene siendo la principal propuesta temática de Angel Pascual Rodrigo a lo largo de su trayectoria.

A mediados de los 70 causó cierta sorpresa que él y su hermano decidieran modificar la línea de su obra -claramente vanguardista y comprometida políticamente- hacia un paisajismo de concepción simbolista, entre taoista y postromántico. Tal modificación ocurrió antes de que ellos mismos y el público de nuestro entorno conocieran la obra de Caspar D. Friedrich y de que se produjera su generalizada valoración en el arte finisecular. El tiempo terminó confirmando la contemporaneidad de aquella determinación en la trayectoria de los dos hermanos.

Su evolución fue consecuencia de un replanteamiento intelectual: ... La necesidad de recuperar el sentido pleno y perenne de la Naturaleza, tan desvirtuado por la arrogante modernidad desde su servil sumisión al materialismo industrial y postindustrial.

Consecuentemente, la obra de Angel Pascual mantiene una actitud contemplativa alejada de pretensiones y grandilocuencias que desvirtúen su coherencia.

Para el artista tiene una significación especial el hecho de que esta exposición en Córdoba se realice justo un año después de inaugurar en Ammán su proyecto DOCE NOCHES Y LAYLÂ y realizar con aquel motivo un viaje de 40 días por Oriente Medio.

Las metáforas que estas obras plantean parten de muy cerca y llegan muy lejos. Toca al espectador descubrirlas.