Nacido en Avilés (Asturias) en 1978. A mis 31 primaveras aún no me considero fotógrafo, aunque desde que recuerdo llevo una cámara en la mano. Hijo de padres amantes del arte, siempre he estado rodeado de cámaras desde bien pequeño, muchas aún las conservo, otras, las utilizo (cuando funcionan).

Aficionado a la fotografía desde siempre, me especializo en el campo de la fotografía deportiva y publicitaria, concretamente en el mundo del surf, publicando en las principales revistas del sector y colaborando con diferentes marcas, trabajo que continúo desarrollando en la actualidad.

Después de empezar clases con Ricardo Moreno y de realizar talleres con algunos de los más destacados fotógrafos españoles empiezo a interesarme por una fotografía más intimista, casi siempre en blanco y ... negro. Me encanta observar las costumbres y plasmarlas fielmente en mis fotografías, dejando entrever siempre ese punto de melancolía tan necesario en los tiempos que corren... Y que la gente se pregunte y saque sus propias conclusiones, dejando así al espectador la libertad de decidir sobre si lo que ve es lo que hay, o lo que quiere que haya, de tal forma que pueda crear una historia (la real, o la inventada) viendo la fotografía y sumergiéndose en ella.

Esta es una exposición tremendamente personal, una página en mi cuaderno de ruta.

Son pinceladas que esbozan sentimientos, momentos vividos, lugares en los que siempre queda algo de ti. Como un halo de mirada triste que impregna todo.

No hay un recorrido fijo, no hay una trayectoria, no hay punto de llegada ni de partida, no hay luz al final del túnel... Solo hay retazos, pinceladas, lugares comunes a todos, tus botas que siguen mis pasos, un pájaro muerto, la llamada que esperas y la chica del mes de Enero en el calendario.