La muestra le rinde homenaje al artista platense Ernesto Díaz Larroque (1918-2013), tanto por su actuación dentro de la plástica como en el canto lírico, su faceta artística tal vez menos conocida.

Las obras que integran esta exhibición forman parte del patrimonio del MUMART, del MACLA Museo de Arte Contemporáneo Latinoamericano y el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti, que se unen de forma inédita para rendirle tributo a Díaz Larroque.

'Para Díaz Larroque ambas disciplinas (las artes plásticas y la lírica) están íntimamente relacionadas, son parte de un mismo proceso creativo', escribe en el catálogo Luciana García Belbey, curadora de la muestra. 'No son pocas las obras que nacieron en pequeños bocetos realizados tras bambalinas o en algún descanso de los ensayos teatrales. La música parece brotar de su pintura, ya ... sea a través de su composición, de su temática, o de sus títulos, donde explícitamente remite a ritmos, enlaces, danzas o bailarines'.

'Su geometría lírica', continúa García Belbey 'como a él mismo le gustaba llamarla, es una sinfonía de luz, color y movimiento. Las líneas rectas y curvas que componen sus obras se ensamblan sobre la estructura arquitectónica propia del constructivismo; así, los planos de color parecen danzar creando vibraciones armónicas'.

Ernesto Díaz Larroque nació en La Plata en 1918. Estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata, con Emilio Centurión, Martínez Soliman y César Sforza, de donde egresó en 1946 con el título de Profesor de Dibujo y Pintura. Su interés por las artes plásticas lo llevarían a continuar sus estudios en París en 1955 en el Taller de André Lothe, y luego en el reconocido Taller Torres García de Montevideo, Uruguay en 1957. Dos años después volvería a Francia para aprender junto a Emilio Pettoruti hasta 1963.

Paralelamente a su carrera como artista plástico, se desempeñó como cantante lírico. Fue integrante de los coros estables del Teatro Argentino de La Plata y del Teatro Colón de Buenos Aires. En ambas instituciones también realizó actuaciones como solista. Desde 1979 desarrolló su carrera lírica durante casi 20 años en importantes teatros de Europa como el Teatro de las Artes de la ciudad de Rouen y en el Teatro Châtelet de París, entre otros.

Sus obras integran el patrimonio del Instituto de Cultura Hispánica de Madrid, España; la Sociedad Germano-Ibero-Americana de Frankfurt, Alemania; el Museo Emilio Pettoruti de Asunción, y la Chapelle 'Saint Luc' Uriage -les -Bains- de Francia, donde se encuentra una pintura mural y vitral de su autoría realizada en 1984.