A principios de la primavera del 2018, nos abandonó Félix de la Vega. Lo hizo con la dignidad que le acompañó durante su vida y apurando al máximo la entereza y el discernimiento que le permitió la cruel enfermedad que le acosó durante los últimos meses de su existencia. Consecuencias, las de siempre que desaparece un ser humano: aflicción inconsolable para sus familiares y un profundo vacío entre sus amigos. Solo queda el recuerdo.
Pero es el recuerdo precisamente el que puede variar en función de la vida del finado. Cuando se trata, como en este caso de un creador de imágenes pictóricas, aplaudidas por el público, el recuerdo llega a alcanzar la sublime y utópica categoría de imperecedero.
De momento una treintena de sus muchos amigos han decidido colaborar en esta Exposición-Homenaje, en el que, por medio de textos e imágenes, además de recordar a Félix, deseamos declararnos acreedores de su...aportación artística, tanto como por las muestras de generosidad con que se prestó siempre a colaborar en diversas actividades culturales.
Este homenaje ha sido organizado por la Fundación Díaz Caneja, con la supervisión de su esposa Raquel y sus hijos Tello y Alicia, que también participan en la muestra y se continuará con una Exposición Antológica de la obra de Félix de la Vega, en la Sala en que tantas veces se colgaron sus obras.
Entrada actualizada el el 02 sep de 2019
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