Obras seleccionadas de r/e collection
Inspirados por una reciente visita al Chillida Leku en la ciudad vasca de Hernani, a las afueras de San Sebastián, presentamos una exposición íntima de obras de Eduardo Chillida como homenaje al gran maestro español y a quienes han hecho posible que este lugar mágico vuelva a estar abierto al público.
Hay infinitas motivaciones para crear exposiciones basadas en una colección de arte, donde las obras ofrecen constantemente nuevas perspectivas para nuevos contextos. Y aunque tenemos muchas historias para compartir a través del arte, la reapertura del Chillida Leku dejó en suspenso todas nuestras otras ideas para dejar espacio a esta gran inspiración.
La experiencia de vagar por el paisaje bucólico de la propiedad es encontrarse cara a cara con grandes y monumentales esculturas de una curva del sendero y de la pendiente de la colina a la siguiente. A pesar de toda la increíblemente intensa energía que...se requería para crearlas, nunca se siente que hayan invadido la tranquilidad de su entorno. La frialdad y la rigidez del acero y la piedra se convirtieron en poesía que fluye en las manos del maestro.
Al final de los muchos caminos que serpentean a través del pasto, se encuentra una casa de campo que se ha convertido en un espacio expositivo donde uno se encuentra con la genialidad de Eduardo Chillida.Así como consigue crear monumentos envolventes, también vemos en este edificio su capacidad para inyectar una inmensa presencia en formas escultóricas más pequeñas y en obras sobre papel.
Chillida fue un maestro en todas las escalas y materiales. No se puede decir que cualquiera de sus prácticas jugara un papel secundario hacia las demás. Ya fuera doblando acero para su sometimiento a 1400 °C como monumento o como escultura de mesa, tallando la madera o cortando la terracota, dibujando líneas audaces o delicadas en hojas de papel grandes o pequeñas, o haciendo impresiones en litografía, grabando en madera o con diferentes métodos de grabado, Chillida exhibió el mismo virtuosismo al sacar el máximo provecho de su medio elegido, aparentemente sin esfuerzo.
La obra de Eduardo Chillida siempre ha tenido un especial significado para nosotros, como su grabado en madera de 1973, “Homenaje a Miró”, que fue nuestra primera adquisición hace más de 30 años. Por lo tanto, para nosotros, visitar el Chillida Leku ha sido un peregrinaje regular y frecuente desde su fundación en 2000 hasta su cierre en 2011. Hemos compartido esta experiencia con muchos amigos y familiares. Nunca envejeció y lo hemos echado de menos. Con la reapertura, estamos felices de tenerlo de nuevo en nuestras vidas, lo celebramos con nuestra pequeña exposición y animamos a todos a que se dirijan al norte de España para visitar este lugar tan especial.
Entrada actualizada el el 30 ago de 2019
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