Cada año electoral resulta divertido comprobar cómo los políticos se convierten en hombres oferta que asaltan el espacio público con sus descuentos, regalos y promociones. «Los políticos siempre hacen lo mismo: prometen construir un puente aunque no haya río». La exposición «Humor social», como siempre, será la mejor herramienta para poner los pies en el suelo. Será el instrumento idóneo para desenmascarar a los embaucadores, a los vendedores de motos, a los mercachifles que recogen las ilusiones, las perspectivas de futuro, las necesidades y los sueños, y las convierten en material adulterado de compra y venta sin fecha de garantía. Porque ese será uno de los problemas. Que al terminar el vértigo y las noches electorales, las promesas quedarán olvidadas junto a los programas y los sobres con los votos emitidos. Y es que los que nos prometieron tanta excelencia nunca tuvieron pensado cumplir su palabra.