Dinastía Vivanco, en su interés por divulgar los aspectos culturales del vino, abre su mecenazgo al mundo del arte y la creatividad de nuevos talentos. A raíz de una propuesta de la Escuela Superior de Diseño de La Rioja, en el año 2007 se puso en marcha la creación del Premio Grabado y Vino Bodegas Dinastía Vivanco, que este año celebra su tercera edición y consolida su apuesta por una combinación de arte tradicional y vanguardia creativa, de viñedos de larga memoria y piezas de arte, con el grabado como técnica, que permanecerán en el tiempo.

En el III Premio Grabado y Vino Bodegas Dinastía Vivanco se ha valorado la intuitiva combinación de tradición artesanal y nuevas técnicas aplicadas en las obras de los candidatos, artistas gráficos mayores de edad y residentes en la ... Unión Europea que presentaban obras inéditas no premiadas anteriormente y que debían tratar sobre el mundo del vino. Entre las 76 piezas presentadas a concurso, de artistas originarios de toda la geografía española y países como Rumanía, Francia o Japón, se ha valorado la inspiración en la viticultura, ya fuera de forma realista o abstracta. La viña, la tradición, la uva, el vino, su proceso de elaboración, conservación y degustación, las texturas, colores y hasta sabores imaginarios plasmados en el grabado, han inspirado en este premio técnicas tan variadas como litografía, aguatinta, serigrafía, aguafuerte, calcografía, cerograbado, xilografía, técnica de levantado de polvo de Betún de Judea o mezzotinta.

El jurado ha otorgado el Primer Premio (dotado con 3.000 euros) al argentino Erik Kirksaether y el Segundo Premio (1.500 euros) al coruñés Xosé Poldras. Además de los dos ganadores han recibido Mención Honorífica: Mónica Abad García (Brindis en honor a Rafael), Andrea Cerdeira Igoa, (Anatomías profanas 5); y Juan Carlos Mestre, (La ofrenda de Baco). Los criterios para dicha selección han sido la calidad técnica, creatividad, afinidad con el tema del vino, composición e imagen.

El objetivo del premio consiste no sólo en reconocer el trabajo de los artistas noveles y veteranos, sino también difundir entre el gran público un estilo artístico poco conocido: el hermano pequeño de otras disciplinas asentadas en museos, como puede ser la escultura, pintura o fotografía. El grabado, que nos remite a los antiguos maestros del cincel, ha avanzado hasta encontrarse hoy con modernas técnicas digitales que lo convierten en una nueva tendencia artística.

Con el fin de divulgar esta experiencia creativa, Dinastía Vivanco acogerá una muestra con reproducciones de 30 trabajos seleccionados entre los 76 presentados en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo de la Cultura del Vino Dinastía Vivanco.

Desde su creación, este premio cuenta con la exigente valoración de un jurado especializado en las técnicas artesanales y contemporáneas del grabado. En esta edición han formado parte José Hernández Muñoz, Pintor y grabador, Académico de la Calcografía Nacional y Premio Nacional de Artes Plásticas y de Arte Gráfico; Carmen Rodríguez Perales, Especialista de grabado contemporáneo en el Servicio de Dibujos y Grabados de la Biblioteca Nacional; Alberto Marcos Barbado, Ganador del II Premio Internacional de Grabado y Vino Bodegas Dinastía Vivanco; Begoña Arrúe Ugarte, Doctora en Historia del Arte y Profesora Titular de Historia del Arte en la Universidad de La Rioja; Julio Hontana Moreno, Artista y comisario de exposiciones. Miguel Ropero Pérez de Albéniz, Profesor de la Escuela Superior de Diseño de La Rioja; Mª Jesús Escuín Guinea, Técnico de Museos y Exposiciones, y coordinadora del III Premio Internacional de Grabado y Vino Bodegas Dinastía Vivanco. Además, el jurado ha contado con el soporte técnico de Alejandro Loche, Profesor de la Escuela Superior de Diseño de La Rioja; y Eduardo Díez, Responsable Cultural del Museo de la Cultura del Vino Dinastía Vivanco.

Este premio es un fiel reflejo del espíritu coleccionista presente en el Museo de la Cultura del Vino Dinastía Vivanco, cuyos fondos contienen una extraordinaria recopilación de grabado clásico (con obras que van desde Mantegna a Goltzius, pasando por Ribera) y una creciente colección de estampa contemporánea (con Picassos y Mirós), que poco a poco va asentando las nuevas tendencias del grabado y permitirá a las generaciones venideras conocer la evolución de esta rama del arte.

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Erik Kirksaether (Buenos Aires, 1953) es un artista argentino asentado en Madrid. En esta ciudad estableció 'El taller de las Vistillas' donde desarrolla su labor creadora y edita obra gráfica de numerosos artistas contemporáneos.

Expone de manera regular desde finales de los setenta, tanto en muestras individuales como colectivas, en España y en el exterior. Así por ejemplo, su obra se ha visto en el Estímulo de Bellas Artes en Buenos Aires, el Salón de Otoño de Madrid, el Norwegian International Print, el Museo Torres García de Montevideo, el Sudo Art Museum de Tokio, el Círculo de Bellas Artes de Madrid o el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires. Su obra también se ha mostrado en las exposiciones que destacan las obras seleccionadas en certámenes de artes gráficas como el Carmen Arozena, el del Museo del Grabado Español Contemporáneo de Marbella, el Jesús Núñez de Betanzos o en la primera edición del premio del que ahora es merecedor.

Kirksaether ha participado como docente en la Fundación CIEC, donde siempre ha incidido en el papel creciente de las técnicas digitales en las artes gráficas. Son muchos los premios recibidos a lo largo de su carrera, pero habría que destacar el primer premio en el certamen 'Jesús Núñez', organizado por la Diputación de La Coruña y la Fundación CIEC en 2009, o el premio 'Corzón' del Museo de Arte Contemporáneo de Marbella, otorgado en 2010.

Técnica e inspiración

El jurado ha valorado notablemente el esfuerzo de Erik Kirksaether por recuperar una de las técnicas más antiguas como la serigrafía, y combinarla con las nuevas tecnologías. En este caso se trata del tratamiento digital de una fotografía, que reaviva el debate actual en el mundo del arte: si se puede considerar o no grabado el resultado de estas técnicas vanguardistas. Ajeno a ello, Kirksaether considera que 'cualquier técnica es válida, siempre que cumpla una función. Algunas personas valorarán más la artesanía y el trabajo a mano, mientras otros valorarán más las nuevas tecnologías. En mi caso, suelo combinar la fotografía digital con serigrafía, xilografía o grabado calcográfico, porque me permite usar determinadas imágenes que de otra forma no podría. La geometría, el uso de cubos, es también otro motivo al que doy vueltas desde hace cinco o seis años y repito ese patrón desde distintos puntos de vista'.

De esta forma, nos encontramos con una obra sin título bajo el lema ?La penúltima?, que parece sacada de una experiencia onírica, donde los vapores del vino se difuminan con la barra de la tasca donde se tambalea un vaso de cristal. 'No tiene un mensaje concreto, sólo es una reflexión sobre el equilibrio, sobre lo que es real y no lo es', describe el autor. Sueños o delirios, la obra de Kirksaether sorprende con su apuesta por los juegos visuales de geometrías superpuestas.

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Bajo el seudónimo de Xosé Poldras se esconde Xosé Manuel Rodríguez Alonso (La Coruña, 1969), artista pontevedrés dedicado a las artes gráficas con tempranas incursiones en la performance y la escultura. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca, ha realizado estudios de postgrado en Holanda y participado en la Bienal de las Academias de Arte Europeas en Maastricht. Combina la creación artística con la docencia.

Su obra, de autoría compartida, ha sido expuesta en las colecciones del Museo Reina Sofía de Madrid; Gugenheim Bilbao; Biblioteca Nacional de Madrid; Artium en Victoria; Centro de Documentación de Arte Visual de Punta Umbría. Obra de autoría única: Colección de artes plásticas de la Diputación de A Coruña y la de Ourense; Museo Etnológico de Ourense; Arte de Nuestra América, La Habana, Cuba; Museo Majdanek, Lublin, Polonia; Embajada de Taiwan en España. Exposiciones en Ourense, Vigo, A Coruña, Lugo, Salamanca, Barcelona, Pamplona, Madrid, Oporto y Vilanova de Cerveira, en Portugal; Spilimbergo, Italia; Bages, Francia; Wingfield College Yard, Inglaterra y Lieja, Bélgica. Entre las muestras colectivas en las que ha participado, cabe destacar las vinculadas a certámenes de grabado como el premio 'Jesús Núñez' en 2008, la Bienal de Grabado Julio Prieto Nespereira o la segunda edición del Premio Dinastía Vivanco.

Técnica e inspiración

La pieza presentada por Poldras al III Premio Garabado y Vino, y ganadora del segundo galardón, destaca por el uso de la colografía, que según describe el artista, consiste en 'una técnica de impresión en relieve relativamente reciente, no enmarcada entre las técnicas clásicas del grabado. Se trata de jugar con las texturas de los objetos que se colocan sobre la matriz. En función de esa textura se absorberá más o menos tinta, porque nos quedará una huella distinta'.

Bajo el lema 'Nada esperes de la nada', inspirado en una colección de 6.000 versos sobre la que el autor continúa trabajando, nos encontramos con un grabado que parece recoger el espíritu de una copa de vino. 'Quería hacer un boceto de la copa expresionista, desdibujado, no muy cuidado, que dejara una parte a la imaginación. No pretende ser fiel a la realidad, sino una reminiscencia del vino, algo abstracto sobre un fondo plano de textura granulosa', describe Poldras.

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Mónica Abad García (Bilbao, 1973) es licenciada en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, con especialización en Audiovisuales. Amplía su formación con cursos monográficos sobre grabado y gráfica. Sus obras se han mostrado en distintas exposiciones de Bilbao y Madrid. Recibió Mención de honor en el certamen de American Prints de Madrid, 2000. Actualmente su actividad artística se orienta al diseño aplicado a telas, mobiliario, paredes... para crear espacios únicos.

Técnica e inspiración

La pieza presentada, ?Brindis en honor a Rafael?, es una serigrafía y aguafuerte que el jurado destacó por su novedosa experimentación conceptual, con un planteamiento simbólico del desembalaje de una caja de vino. Como si se tratara de una vista alzada, la caja desmontada consta de una botella de vino tinto, otra de clarete y otra de vino blanco, con texto reflexivos sobre cada uno de los caldos, acompañados por un mapa de la Rioja, preguntas sin respuesta sobre el mundo del vino y dos huellas de la misma botella húmeda, que deja sus restos sobre la superficie.

Según describe la artista, 'el título de ?Brindis en honor a Rafael? es un guiño a mi padre, Rafael, que fue quien me propuso que participara en el concurso. Como buen riojano está muy vinculado al mundo del vino y eso fue lo que me inspiró para hacer la pieza. Por eso, para mí fue un honor añadido que precisamente esta obra tuviera un reconocimiento en el premio, porque está hecha desde el sentimiento'.

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Andrea Cerdeira Igoa (Montevideo, 1975), artista uruguaya con ascendencia gallega, pronto se establece con su familia en Venezuela, donde inicia sus estudios artísticos. En el año 2002 se traslada a Barcelona para mejorar su formación en los talleres de grabado y estampación de la Llotja. Amplia sus conocimientos con estancias en Italia, Francia y Edimburgo, en el taller de Mezzotinta dirigido por Nan Mulder en el Edinburgh Printmaker Center.

Actualmente desarrolla su trabajo en el taller dirigido por Roser Sales, donde imparte clases de mezzotinta. Su obra ha podido verse en muestras colectivas e individuales en Caracas y Barcelona. También en la muestra de obras seleccionadas del I Premio Internacional de Grabado y Vino Dinastía Vivanco.

Técnica e inspiración

El mérito de la pieza ?Anatomías profanas 5? reside precisamente en la laboriosa técnica empleada, mezzotinta, con la que pocos artistas se atreven debido a su dificultad, pero en la que Cerdeira es una especialista. Según describe ella misma, 'la mezzotinta es un proceso de grabado que parte de un fondo negro desde donde se sustraen las tonalidades que conforman la imagen. Dicho fondo se obtiene mediante una herramienta dentada llamada 'graneador'. Con un movimiento de oscilación combinado con presión, los dientes inciden pequeños puntos en la plancha, levantando a su vez diminutas rebabas. Esta acción, repetida sistemáticamente un importante número de veces y en varias direcciones ida y vuelta, completa una red de rebabas que soportará la tinta y que al imprimirse se traducirá en un negro sólido. La imagen se crea, posteriormente, a partir de la sustracción o el bruñido de las rebabas mediante otras herramientas conocidas como 'rascador' y 'bruñidor', respectivamente'. Con esta laboriosa manipulación del grabado se obtuvo ?Anatomías profanas 5?, que componen un espacio negro donde se encuentra un sacacorchos suspendido en el aire, de cierto espíritu irreal, que por un momento recuerda a un esqueleto.

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Juan Carlos Mestre (Villafranca del Bierzo, León, 1957), poeta y artista visual, destaca en ambas facetas creadoras. Es Premio Adonais, 1985, con Antífona del Otoño en el Valle del Bierzo, Premio Jaime Gil de Biedma, 1992, con La poesía ha entrado en desgracia y más recientemente, Premio Nacional de Poesía, 2009, con La Casa Roja.

Su obra artística ha podido verse en galerías de España, EE.UU., Europa y Latinoamérica. Recibió Mención de Honor en el Premio Nacional de Grabado de la Calcografía Nacional, en 1999, y semejante distinción en la VII Bienal de Grabado Caixanova de 2002 y en el I Premio Internacional de Arte Gráfico Atlante, en 2009.

Su diálogo con la obra de otros artistas y poetas han fructificado en varios libros de autor y su vinculación al mundo del vino le hizo participar como ponente en la I Jornada Nacional de Poesía y Vino Dinastía Vivanco, el pasado 26 de marzo. Para explicar su inspiración multidisciplinar, Mestre afirma: 'La historia de la gráfica, como la de la poesía, es la historia de los mitos, de la magia, de los sueños, de las supersticiones intuitivas de la imaginación. De esos materiales invisibles está hecho todo lo que yo hago, sombras de las ideas ya usadas por otros que antes que uno tuvieron visiones en las cercanías de aquello a cuanto me siento próximo, los surrealistas, y los que huyendo de los protectorados de la razón, se aferran con las manos desnudas al relámpago de los cielos de Chagall'.

Técnica e inspiración

La pieza presentada a concurso, 'La ofrenda de Baco', es un aguafuerte valorado por el jurado por la inspiración surrealista, casi picassiana, donde se presentan diversas escenas simultáneas y confusas que recuerdan a los sueños imposibles del simbolismo, con infinidad de personajes entrelazados, animales míticos, geometrías y, por supuesto, presencia de botellas de vino, viñas y uvas. Según el autor, 'uno nunca sabe lo que busca, de otro modo sería encontrar lo ya sabido. Lo que surge tras la metaquímica de un grabado, bajo la corrosión de los ácidos, son las partículas elementales de las que se construyen las visiones del pensamiento onírico, la voz que habla fuera del surco de lo previsible, lo extranjero a la conducta de lo representable'.