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Juan Redón (Puerto de Sagunto –Valencia– 1957), coleccionista de arte y arquitecto con parte de su colección depositada en el Museo Artium de Vitoria y en la Fundación Foto Colectania de Barcelona.

Ha seleccionado a cuatro artistas de su colección, que viven y trabajan en Barcelona y que tienen entre ellos lazos de afinidades artísticas; alguno por haber colaborado entre ellos, otros por afinidades generacionales y otros por relevo generacional.

Cuando se concretó el proyecto de exposición, que comenzó como una propuesta informal hace más de dos años, Juan Redón se planteó el dilema de cuál sería su papel en ella.

Estaba claro que a pesar de ser el nexo de unión entre los artistas y la galería, su voluntad claramente era la de adoptar una postura meramente instrumental.

No quería ser comisario, ya ... que dice no identificarse con la figura de la mujer policía, ni tan siquiera se veía en el papel de "ángel de Charlie".

¿Curador o sanador?, nada más lejos de su apetencia, para nada se identifica con el papel de curandero y mucho menos con el de chamán, que como es bien sabido es una versión exótica de las sacerdotisas del templo de la antigüedad; tampoco con las sacerdotisas de la moda, como en una época se llamaba a las maricas dependientas de tiendas de moda, que para salvarse a sí mismas de su cruel destino de vendedoras, no muy diferente a la de los horteras (dependientes) de los ultramarinos, se creían las arbitras de la moda.

Tampoco quería caer en ese doble papel que tan de moda está en el mundo del arte en general, y en el español en particular, ese suerte de blanca doble, como la ficha del dominó, que igual sirve para un roto que para un descosido: crítico/curador; director de museo/asesor de coleccionistas privados; directora de feria/cretina y analfabeta funcional; galerista/coleccionista; coleccionista/feriante; político/prologuista de catálogos (de arte);directora de museo/presidenta del club del pelo frito.

En cualquier caso, por imposibilidad de ser otra cosa que un mero presentador, la verdad es que se identifica más con Laurita Valenzuela.

Dentro del despropósito generalizado en el mundo de las exposiciones de arte contemporáneo creo que esta es la posición de presentador más neutra qué podía tomar y se pregunta qué podría decir él sobre las obras expuestas que no digan ellas por sí mismas.