Agustín Falomir (Castellón, 1971) presenta un conjunto de piezas tanto en fotografía como ilustración que abordan la delicada situación de los 'sin techo'. Estos indígenas, como prefiere llamarlos Falomir, son el foco de atención de una familia de obras que pretenden visibilizar una realidad incómoda. La moneda o limosna es el punto de encuentro, casi siempre fugaz, que se establece entre estos seres y los viandantes que arrojan su dinero sobre un trozo de cartón, una gorra o simplemente sobre el suelo. Para sensibilizarnos más el artista acompaña algunos de estos trabajos con versos escritos de su puño y letra como el poema de bienvenida:

'L'Algaravia de ciutatans el matí, el capvestre també la nit...

La seua amalgama de tapits colors i olors.

Sensibilitzats cap l'endemà

Gent comú de carrer el seu tranfons de vides, desarrengades

trastorns etc

Amb ells somriurien ... rialla o sense 'hi estan devant de tothom

Somniadors de somnis establint comunicació

Alquimistes del desengany nostre o d'ells continueu

somniant perqué eixe és el vostre destí.

Mentre la gent d'apeu ens preocupem per immundícies

Continueu somiant perqué els somnis, somnis són'.

A la hora de abordar esta temática de vidas desestructuradas Agustín Falomir se apoya no solo en las técnicas fotográficas y de ilustración sino también en las tecnologías digitales. La figura, pero también la calle, son los protagonistas de estas nuevas composiciones donde los límites entre el dibujo, la fotografía y el diseño por ordenador son cada vez más débiles. Este 'arte de los nuevos medios' se alía muy bien con un tema de rabiosa actualidad. Por último, resaltar el guiño que el artista realiza en el escaparate de Pictograma a modo de instalación. Objetos como cartones, manzanas, una percha, ropa vieja o fotos de indigentes pegadas con tiritas (alusión al dolor y sufrimiento en sus vidas) se amontonan en el inconfundible perfil del hogar de un ser que vive al margen de la sociedad.