El artista mira a un lado y a otro porque es un hombre inquieto. José Luis Puche (Málaga, 1976) está atento a los acontecimientos del mundo. Su mirada deambula por la actualidad. Desde el domingo 6 de marzo expone en LA SALA DE BLAS la muestra que el joven artista ha titulado INFIDELIDAD ICÓNICA con una idea del propósito. Pero esta vez, su mirada deambula entre iconos, paisajes, mensajes, objetos y personajes en composiciones dinámicas componen un universo más personal en un espacio íntimo de LA SALA DE BLAS. El punto de unión es que son pinturas porque hay varias formas de presentar la imagen. Se puede hacer una lectura figurativa de estampas contemporáneas. Los elementos de la pintura, línea, espacio, color, son categorías que Puche domina. Lo que es figurativo es el mundo que nos rodea, y ... con los mensajes propuestos por el autor nos acercamos al punto que uno quiera al mundo natural en un valiente concepto representativo. Puche crea una interesante tensión del color al espectador porque son etapas de la historia y de nuestra vida.

José Luis Puche se afana para revelarnos los iconos de la sociedad más actual. Porque como dice Mar Domínguez. 'El icono nació de una estrategia para seguir creando, traicionando a la figura humana en el desarrollo de las obras de arte; y ahora es José Luis quien nos plantea esa misma traición, Infidelidad icónica, la llama. Nos rodean los símbolos, somos quienes los creamos, y a veces parecen engullirnos; aquí, sin embargo, se reducen a lo que son: meramente objetos que como ángeles caídos se nos escabulleron de las manos'.