Esta exposición, que pretende reflexionar acerca de los procesos de creación de la identidad colectiva de los valencianos y las valencianas, tiene como objeto de estudio la indumentaria tradicional, aquella más icónica que ha acabado siendo idiosincrática: la imagen del labriego y la labriega valenciana. Del mismo modo que todas las indumentarias que buscan ser representativas, también esta vestimenta busca ser inmutable, pero ha estado y está sujeta a los devenires históricos, a las manipulaciones, mistificaciones y cambios o préstamos de la moda imperante en cada momento. Con un claro punto de origen -la Renaixença valenciana- nuestra ropa más característica y definitoria como pueblo ha ido evolucionando hacia la uniformización en el ámbito de las fiestas actuales. Un ámbito que busca y necesita de un modelo reconocible que resulte a la vez fácilmente identificador, pero que por eso mismo esconde y hace olvidar otros modelos.