Como espectadora residente nativa en Mallorca, Bel Fullana hace una revisión del imaginario que llena los lugares que habitan estos personajes recién llegados a la Isla, cuya estancia se desarrollará en una especie de universo paralelo, en el que todo es postizo y efímero.
Este proyecto no nace como una crítica sino como una mirada hacia éstos ambientes en los que la realidad se distorsiona, da igual el punto del globo en el que esté situado este lugar, todos comparten un imaginario similar: palmeras, chicas en bikini, playas, frutas tropicales, delfines, puestas de sol, animales exóticos, etc. Toda una serie de clichés que mitifican estos entornos resultando redundantes y caricaturescos y que se han convertido en el escenario que acoge el comportamiento pintorescamente etílico de los personajes que los habitan. Se trata, pues, de un retrato del paisaje que rodea toda esta situación y que no pertenece a la realidad del...territorio, sino a una más extensa: el anhelo de fiesta, sol y playa.
Entrada actualizada el el 18 mar de 2019
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