La manifestación de una fortaleza interior basada en la sencillez es siempre un presagio.

Presentar con el mínimo de recursos la bondad de la naturaleza es siempre un peligro para el artista y es a la vez una virtud y el que la domina puede llegar a transmitir un principio esencial de la existencia, a saber: en todas partes y en cualquier rincón existe un componente mágico que está al alcance de quién con ojos de niño transcurre con ingenuidad e inocencia.

Es por ello que Carmen desde su madurez nos ofrece la alternativa de colores y formas plenas que nos sugiere y evoca mundos que se mueven en un bullicio interno que nos altera el espíritu y a la vez nos puede elevar al más grande de los sosiegos emplea unos recursos ... muy limitados o emplea todos los recursos posibles? Evidentemente está en función de los resultados.

Cada cual percibe desde su propia sensibilidad, la mía me dice que la templanza en el trazo y esos rostros cargados de encantadora melancolía me transportan al mundo de lo posible, lo sugerente, lo inalcanzable, al mundo de las posibilidades y los encantos.

Abre en definitiva mi sensibilidad enriqueciéndola y ofreciéndole nuevas posibilidades, le hace estar alerta sobre un mundo de irás y no volverás.

Cesar Reglero Campos. Escritor y crítico de Arte