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La exposición, más una instalación contemporánea, que una retrospectiva, se compone de 110 modelos de alta costura y prèt-a-porter y más de 50 bocetos, acompañados de piezas audiovisuales, extractos de desfiles y entrevistas, además de primeros diseños y fotografías, que en su conjunto dan testimonio tanto de las arriesgadas y punteras propuestas de Jean Paul Gaultier, como del virtuosismo y artesanía de sus creaciones. Esta exposición presenta por primera vez la obra de Gaultier al público español y algunas obras nunca vistas antes en nuestro país, como los dos corsés icónicos de la gira de Madonna Blond Ambition Tour, 1990.

Jean Paul Gaultier tiene una gran relación con España, como él mismo decía en una entrevista reciente con el comisario: «De niño, iba mucho a España con mis padres, e incluso ¡quería hacerme profesor de español! El destino quiso que mi mayor pasión, la moda, se convirtiese en mi profesión. He colaborado con numerosos artistas españoles, como Pedro Almodóvar -para quien diseñé en tres ocasiones el vestuario de actrices como Rossy de Palma, Elena Anaya y Victoria Abril- o el bailaor Joaquín Cortés. España, con su cultura única, desde el flamenco hasta la «movida», ha sido siempre una fuente de inspiración para mí. He reinterpretado sus chaquetillas toreras, los abanicos y los mantones sevillanos en varias colecciones».

Esa afinidad y las colaboraciones del artista con el mundo del cine, de la moda y de la danza de nuestro país, y en concreto con Pedro Almodóvar marcan esta muestra, para la que el cineasta ha prestado piezas de vestuario y bocetos de La piel que habito, La mala educación y Kika que sólo formarán parte del proyecto en Madrid.

Nathalie Bondil, directora y conservadora jefe del Musée des beauxarts de Montréal inició este proyecto con la ambición de elaborar una muestra sobre Jean Paul Gaultier por su gran humanidad, su mirada abierta sobre una sociedad donde todos pueden sentirse orgullosos y especiales por su identidad, mucho más que por el virtuosismo técnico o la imaginación de sus creaciones. Jean Paul Gaultier ha sido definido como el 'enfant terrible' de la moda, y este calificativo lo debe a la capacidad que ha tenido de, como ya había hecho el arte, fusionar la alta y la baja cultura y llevar el resultado a sus creaciones. La calle ha sido su fuente de inspiración, y también su gran objetivo, ya que, como todos los grandes, su gran deseo es que sus creaciones se vistan, se vivan, se vean.

Con ese objetivo, FUNDACIÓN MAPFRE ha decidido ser parte de la gira organizada por el Musée des beaux-arts de Montréal en colaboración con La Maison Jean Paul Gaultier de este proyecto. La muestra arrancó en junio de 2011 en Montreal, pasando luego por el Dallas Museum of Fine Arts, el de Young Fine Arts Museum de San Francisco, y tras su paso por Madrid, se presentará en la Kunsthal Rotterdam de Holanda (febrero-mayo 2013), y en el Arkitekturmuseet de Estocolmo (junio-septiembre 2013).

Tras haber presentado la retrospectiva sobre la vida y obra de Yves Saint Laurent - el gran artista que concedió la libertad a la mujer sin sacrificar su elegancia-, FUNDACIÓN MAPFRE ha querido presentar la obra de Jean Paul Gaultier despojándola del sentido del humor para integrarlo dentro de las corrientes estéticas que dominan el cambio del SXX al SXXI.

La exposición se completa con un catálogo por el Musée des beauxarts de Montréal, donde se aborda y analiza desde un punto de vista cronológico y conceptual toda su carrera y su influencia a través de entrevistas y ensayos con figuras de referencia. A lo largo de la exposición 30 maniquíes, ataviados con distintivas pelucas y adornos creación de Odile Gilbert, fundadora del Atelier 68 en París, se 'humanizan' con rostros interactivos creados mediante proyecciones audiovisuales que sorprenderán a los visitantes con su vívida presencia.

Poética y divertida, la producción, el diseño y la instalación de este elemento dinámico audiovisual ha sido producido por Denis Marleau y Stéphanie Jasmin de UBU/ Compagnie de création, de Montreal- Canadá. Una docena de celebridades, incluido el propio Gaultier han prestado sus rasgos -proyectados sobre los maniquíes- y también algunas de sus voces, para este proyecto.

El arte, por naturaleza, busca nuevas formas de expresión y representación de la realidad en que se origina. Jean Paul Gaultier ha desarrollado su carrera proclamando el derecho y la virtud de ser diferente, como un medio de expresión básico del ser humano.

La odisea de Jean Paul Gaultier

LA EXPOSICIÓN se encuentra concebida, más que como una retrospectiva, como una instalación contemporánea a través de la cual se puede recorrer la vida y la obra del artista desde su infancia y sus comienzos en la moda hasta la actualidad. La exposición se divide en seis secciones.

LA ODISEA de Jean Paul Gaultier actúa de introducción al universo del modisto, a través de sus grandes señas de identidad: marineros, sirenas, e iconografía religiosa marcan la pauta en esta sección donde además se expone su primer diseño (de 1971), que nunca antes había sido mostrado.

El tocador

A TRAVÉS DE ESTA SECCIÓN vislumbramos la infancia de Gaultier y sus primeras influencias, marcadas por la figura de su abuela. La película Falbalas dejó una poderosa impronta en el artista, y en su manera de concebir cómo vestir a las mujeres: los corsés, corpiños y la subversión latente del uso de la ropa interior hacia el exterior que hace Gaultier, vienen de esa primera época, donde piensa en convertir prendas tradicionalmente escondidas, en símbolos de poder.

Rediseña corsés, ligas y ropa interior y los propone como piezas que abandonan el secreto de la intimidad para convertirse en foco de atención.

Sostenes de forma cónica y vestidos corsé se convierten en instrumentos de poder para las mujeres, al decidir sacar a la superficie prendas interiores. En esta sección encontramos dos corsés pertenecientes a Madonna realizados por el modisto para su Blond Ambition Tour de 1990, que la artista ha cedido para esta exposición, y prendas de su gira Confessions Tour de 2006 y MDNA World Tour (2012).

A flor de piel

Gaultier define la piel como el primer vestido. La ornamentación o decoración que ésta puede acoger han sido una gran fuente de inspiración a lo largo de toda su carrera. En varias ocasiones sus diseños dan lugar a juegos cercanos a la desnudez, la piel desollada, o los tatuajes.

También los materiales se pegan al cuerpo para redibujarlo en esta sección. Además, encontramos su acercamiento a la moda masculina con numerosos ejemplos entre los que se encuentra su famosa falda para caballeros.

Punk Cancán

DESDE LOS COMIENZOS de su carrera el artista realiza una fusión de estilos e influencias en principio contrapuestos. La elegancia y el clasicismo parisino en el que nace y vive, frente al origen y desarrollo del movimiento punk en Londres que descubre y con el que comulga desde sus primeros días.

Los iconos parisinos (Kiki de Montparnasse o Catherine Deneuve) y los símbolos de su ciudad, como la boina y la gabardina trench se transforman por la influencia de la imaginería del París de Pigalle y los punkis tatuados de Londres. Látex, cuero, encajes y redes adquieren un nuevo significado de poder elegante y transgresor.

En esta sección encontramos la especial colaboración del artista urbano español SUSO 33.

La jungla urbana

GAULTIER FUSIONA sus influencias multiétnicas en lo que él denomina la jungla urbana: los árabes del barrio de Barbes, los rabinos neoyorquinos, mujeres chinas que se convierten en bailarinas de flamenco, la iconografía rusa o los marajás de Bollywood forman una nueva estética integrada en la alta costura francesa.

Para expresar estas corrientes se sirve entre otros, de diferentes usos del cuero, la piel de pitón, la piel de cocodrilo o diversos tipos de plumas de animales exóticos.

Metrópoli

PARTIENDO de la nueva ola (new wave) y la música house de los años setenta, Gaultier explora los campos de la alta tecnología y de la ciencia ficción. Desde sus primeros diseños de joyas electrónicas y la colección High-Tech de 1979, siempre se ha encontrado a la vanguardia: el vinilo, la licra, el neopreno; tejidos en tres dimensiones o materiales inflables han sido algunas de sus grandes aportaciones a la alta costura.

En sus colaboraciones con estrellas del pop rock, el cine y la danza. En estos campos Jean Paul Gaultier da un paso en su capacidad de sorprender.

En esta sección encontraremos un apartado especial dedicado a la colaboración entre el artista y Pedro Almodóvar con bocetos y piezas de vestuario, destacando el boceto y mono nude para el personaje de Vicente/ Vera (Elena Anaya) de La piel que habito (2011) o el kimono que lucía Gael García Bernal en La mala educación.