El collage es uno de los conceptos de creación artística más usados e interesantes durante todo el último siglo. Esta palabra, de extraña etimología francesa (ahora todo lo contamina el monosilabismo inglés), no solamente define el hecho de pegar ni abarca simplemente las mal denominadas manualidades. El collage, desde que el listo de Picasso birló su idea a Braque, podría definir toda una filosofía compositiva y ética que resumiría perfectamente el convulsivo reordenamiento del caos y la evolución exponencial del siglo anterior. El collage se ha utilizado en música, cine o literatura con excelentes y sorprendentes resultados, reinterpretando la fractalitzación de un mundo, que durante el siglo XX, crecía hasta escapársenos de las manos.
Sólo hay que hacer un repaso de quienes se han servido del collage para ofrecernos su particular visión de ese mundo, ese tiempo y de su arte (que, en definitiva, suelen ser lo mismo): aparte de los...ya citados cubistas (donde habría que añadir Gris), encontraremos los futuristas (Severini, Bocchioni, Baila), constructivistas (Litzinsky, Stepanov), la Bauhaus (Moholy-Nagy), los surrealistas (Ernst, Miró, Magritte), los informalistas (Tàpies, Burri ), el Pop (Rauschemberg, Johns, Hamilton, Warhol) y los creadores más actuales (Eli Craven, Eugenia Loli o Maurizio Anzeri). Además de sus derivados: decollage (de Mimo Palladino), la Infografía o el Mailart. Y no, no nos olvidemos, por supuesto, del Dadá, que se merece un párrafo aparte.
Calvo Serraller dijo: "El Dadaísmo no inventó nada, pero lo hizo todo. Todo lo hizo y todo lo volvió a reinventar". Quizás las más extraordinarias creaciones de este medio las podremos encontrar entre los collages geométricos de Arte y Tauber, los de Haussman, Hertfield, Swchwiters, Hannah Hoch, los del el propio Duchamp (de hecho, el ready made no es más que una forma extrema de collage) o, por último, con todo el mundo del collage fotográfico del que abrió la puerta Man Ray. Todo ellos tenían un denominador común, desesperadamente necesario en un siglo tan cambiante: el humor. El Dadá lo introdujo (para quedarse) en el mundo del Arte, demasiado a menudo rancio, academicista y estirado.
Joanra Canosa, que ya había colaborado con La Xina A.R.T. en algún proyecto colectivo ( "El artista contemporáneo os desea ...") presenta su primera exposición individual en nuestro espacio. Una muestra heterogénea que combina este extensamente comentado medio expresivo con otros más o menos derivados de este: la foto pintura y la pintura basada en la fotografía. En la planta principal veremos collages mezclados con dibujo y pintura sobre papel y de otros de gran formato montados sobre bastidor. En la planta inferior encontraremos toda una serie poliédrica, tanto de técnica como temporal, sobre un concepto también con larga tradición artística (desde los bodegones flamencos a Antoni Miralda): la comida.
Hannah Hoch dijo que lo que más le interesaba del collage no era el componente lúdico sino el hecho de diseccionar (y seguro lo dijo con aquella risita traviesa con la que aparece en las fotografías y se adivina a todos sus trabajos). Joanra Canosa parece compartir perfectamente esta idea (y un fino e irónico sentido de aquel humor), tal como lo demuestra, por ejemplo, su Alfred Hitchcock (otro inconmensurable diseccionador de la realidad y de la pesadilla), cortando con precisión quirúrgica unos minúsculos lonchas de tocino, en una de las pinturas que podremos encontrar en esta interesante y sorpresiva exposición.
Entrada actualizada el el 09 jun de 2016
¿Te gustaría añadir o modificar algo de este perfil?
