La galería de arte Aitana de Burriana (Maestrat 1 A) estrena 2012 con una apuesta por la juventud y el talento. En esta ocasión Aitana presenta al fotógrafo José Ferrer y al pintor Alberto Biesok en una exposición conjunta donde se pone de manifiesto la sensibilidad creativa de estos dos artistas introspectivos.

Nacido en Burriana y formado en la escuela de Fotografía y Tratamiento de Imagen de Madrid, José Ferrer Usó acude a Aitana con cinco cuidados trabajos pertenecientes a tres de sus series más recientes. En 'Mundos interiores' (2009) Ferrer elabora trípticos que muestran la interrelación y vinculación de la realidad y la imaginación. Se trata de un proyecto ... autobiográfico y personal donde el fotógrafo escoge paisajes vacíos de seres humanos -urbanos y naturales- para establecer la relación entre hombre y paisaje. Lo más interesante es cómo resuelve el tercer eslabón del tríptico a través de un único color que representa la abstracción temporal. En la serie 'Lugares del Yo' (2011) plantea cómo podemos distanciarnos y sentir una soledad voluntaria. Todos anhelamos refugiarnos en un lugar, un refugio privado y libre de protección. La materialización de esta idea es una serie de 5 parejas de fotografías en las que cada una está formada por una imagen virgen y otra con intervención del fotógrafo. En la exposición se presentan dos imágenes sin manipulación, que no forman parte de una pareja y que nos trasladan a emociones anheladas. La última obra forma parte de la serie 'Entre Miradas' (2010), uno de sus últimos trabajos que sigue perfilando.

Biesok, pintor valenciano con raíces alemanas, es un conocido de la sala burrianense. En esta ocasión ha procurado trabajar dentro de una línea de investigación paisajística, donde conjuga, como es habitual en él, diversas técnicas de pintura y dibujo. 'Siguiendo una línea temática basada en paisajes (o en este caso, de elementos de mi entorno natural), trabajo los contraluces de manera muy dibujística, pero velándolos con diferentes tonalidades, con el objetivo de acercarme y dar una sensación de profundidad, y una cierta perspectiva, dentro del campo pictórico. Así, las capas pictóricas se superponen creando un lirismo donde la ligereza predomina, junto con el movimiento natural de las ramas', explica. 'En mis cuadros combino aires de la pintura de paisaje romántico, con la más evidente fotografía, procurando acercar al espectador, aquello que estando en un conjunto armonioso en la naturaleza, perdemos de vista. Tradición y contemporaneidad dentro de una búsqueda íntima y personal', reconoce.