José Rebollo López fue un pintor pacense cuya trayectoria artística ha pasado un tanto desapercibida aunque presenta suficientes atractivos para merecer la atención que el Museo de Bellas Artes de Badajoz le presta en esta ocasión dedicándole la mayor exposición antológica que se le ha hecho hasta ahora. Casi todas las obras que se exhiben en esta exposición y que se documentan en el correspondiente catálogo pertenecen a los herederos del pintor, exceptuando algunas que se custodian en el Museo de Bellas Artes y otras pocas de particulares. En total superan el centenar y dan una visión completa de la producción y versatilidad del artista.

En la exposición la obra de José Rebollo se presenta agrupada por temas y su legado sorprende por las diversas facetas que presenta, todas desarrolladas con maestría y dominio técnico en el óleo, en delicadas acuarelas y guaches, ... en minuciosos dibujos y en la decoración de objetos diversos.

Diversidad técnica y también temática, aunque podemos calificarle como bodegonista y discípulo de Checa en este género, José Rebollo pintó magníficos retratos, con excelentes resultados en la difícil práctica de la caricatura.

Como pintor de su tiempo interpretó algunas escenas de género o pintura costumbrista y de tipos populares con gran acierto. Practicó el paisaje tanto en grandes formatos como en delicadas estampas japonesas. Hasta la rara elaboración de orlas conmemorativas fue objeto de su quehacer. Todo ello nos permite hablar de un artista polifacético, versátil, hábil y diestro.

Pepe Rebollo era un pacense desinhibido y conocido por su presencia en la prensa diaria como ilustrador y caricaturista, por su actividad cinegética y ocasionalmente hasta taurina. Fue además profesor y más tarde director en la Escuela de Artes y Oficios de Badajoz y se relacionó con colegas profesores, pintores y hombres de la cultura pacense de su tiempo.

Rebollo fue un pintor que se manifestó como excelente maestro en diferentes técnicas: óleo sobre distintos soportes, acuarela, técnica mixta, etc. Como tal fue un excelente dibujante y profesor de dibujo en la Escuela de Artes y Oficios pacense. Sus caricaturas e ilustraciones en la prensa local son de acertada factura y elevada calidad artística. No le fue ajeno el mundo del diseño de muebles de estilo modernista y de algunos edificios, eco de sus estudios iniciales de Arquitectura y de su paso por el Servicio de Arquitectura del Ayuntamiento de Badajoz.

Como profesor y luego director de la Escuela de Artes y Oficios de Badajoz sucedió a su maestro Felipe Checa. A la muerte de José Rebollo tomó la dirección de la Escuela el afamado Adelardo Covarsí.

Rebollo fue amante de la fotografía en un entorno familiar de fotógrafos, fue cazador y así lo retrató su discípulo Antonio Martínez Virel. Fue gran aficionado a los toros atreviéndose al menos en dos ocasiones a torear en la plaza de toros de Badajoz durante su feria.

Para concluir esta somera semblanza de José Rebollo digamos que personalmente fue un hombre abierto, amistoso, divertido y disperso. Pero, sobre todo fue una personalidad rica, hábil y polifacética.