En esta exposición presento una pequeña selección de mi trabajo más reciente. Su título, Joyas nocturnas, alude a lo liberador y a veces esperanzador, a lo efímero y a lo determinante y potente que hay en la noche.

La pieza principal ha sido creada a propósito para esta exposición, se trata de una obra única, concebida para su disgregación y separación en las múltiples partes que la componen: un cianotipo compuesto a su vez por 150 pequeñas piezas que forman un tesoro con la imagen de una perla representada 150 veces. Cada uno de esos cianotipos tiene rasgos, tonos y texturas propios, que lo hacen único, y cada uno tendrá un precio fijo de 10 euros, así el precio se divide y el comprador se multiplica. Al dejar de ser una sola persona, el ... poseedor se colectiviza, los asistentes, si así lo deciden, podrán hacer desaparecer poco a poco este tesoro para incorporarlo a su propia vida, a su espacio. El tesoro sigue formando un conjunto pero al final estará disperso por sitios anónimos para siempre...

El valor de la obra como tesoro, como conjunto, no se pierde sino que se disgrega, se transforma y se conserva tantas veces como sea separada cada perla de su origen para comenzar a pertenecer a la memoria del que posee un fragmento y que sabe acerca de su historia. Así ocurre en las vivencias comunes que unen a las personas que crean un vínculo entre sí: conservan todas ellas una parte de un tesoro compartido.

La dispersión de la obra tendrá lugar solo el día de la inauguración, después volverá a constituir un todo indisoluble y no separable. Esa noche, Noche de San Juán, es una noche especial, una noche en la que arden los mejores deseos. Joyas accesibles sólo por una noche... La noche en la que empieza el verano, los deseos para la estación predilecta... Joyas de una noche de verano.