A pesar de haberse licenciado en Empresariales, Marcos tenía muy clara su vocación desde la infancia. A la edad de 11 años, toma sus primeras clases de pintura, donde se revela ya su talento en la acuarela, registro que actualmente utiliza con maestría para realizar los bocetos de sus obras. En 2007, terminada su carrera, decide seguir su sueño matriculándose en la School of Visual Art y en la Art Students League de Nueva York. En este periodo vemos a un Marcos urbanita, atraído por el acero y las tonalidades mas oscuras, llevado por su entorno y su simbiosis con el mismo, que han sido siempre motor de su creatividad. Marcos es desde entonces y hasta ahora un pintor matérico por excelencia. A medio camino entre lo abstracto y lo figurativo, logra a través de sus líneas implícitas horizontes infinitos, que en convivencia con maderas, cristales, arena o serrín, hacen que las capas de pintura se nos hagan estratos y vaguemos por sus paisajes como parte misma de la obra.