Comienzo de los años 80. Una familia asturiana de emprendedores, se plantea estudiar la creación de una nueva Sala de Arte en Gijón.

Necesitan previamente conocer datos sobre la línea de las galerías existentes, tendencias y expresiones plásticas demandadas por el aficionado asturiano, y deciden elegir un apartamento frente al mar situado en la calle Ezcurdia 40, ensayar una sala-piloto que aporte los datos requeridos.

El lugar no era el más idóneo, pero sí el que por mejores condiciones económicas se ajustaba al proyecto, con el aliciente además de poder contemplar frente a él la playa de San Lorenzo; una vista maravillosa desde la envidiable altura de un quinto piso.

Es en estas circunstancias cuando aparece Kiker. Él era el pintor creativo que considerábamos de mayor ... interés de Asturias, y nadie mejor que él para realizar una obra plástica singular capaz, por una parte, de atraer al público para dirigirlo a la complicada ubicación de la galería-piloto y, por la otra, que soportase el entorno marítimo desfavorable. Ambas tareas complejas y capaces de desanimar a cualquiera menos a Enrique Rodríguez Rodríguez 'KIKER'.

Así se lo planteamos al artista, quien nos sorprendió con el diseño de un singular bodegón cuyos materiales escogería él mismo. El tiempo demostró nuestro acierto en la elección del artista y el acierto del artista en la elección de tema y materiales.

Pasan casi 4 lustros. Va a comenzar un nuevo siglo. La nueva Sala de Arte 'Propuestas Van Dyck', situada en Casimiro Velasco sufre un voraz incendio que arrasa la galería en plenas Navidades de 1999.

Muchas obras son totalmente destruidas. Los bomberos sufren para sofocar las llamas y el calor. Pasados algunos días, cuando el calor remite parcialmente, entramos a ver la situación de las obras, entre las cuales se encontraba el famoso bodegón de Kiker que nos había acompañado en los años del Apartamento de Arte. Lo primero que observamos es que el marco y los collages tan fuertes que constituían el hermoso bodegón habían soportado fuego y calor sin destruirse, presentando lógicamente las heridas propias de tan fuerte batalla.

Es esta precisamente la faceta que hoy quisiéramos destacar de este artista: su dominio de los materiales (lienzos, papel, madera, cerámica, pergamino, azabache...), se complementan con unos conocimientos de la materia, que le convierten en un 'poderoso alquimista'.

La otra faceta, la artística, es sobradamente conocida; pintura, escultura y objetos diversos forman su modo de comunicación con el espectador, y su poderoso dibujo suscita la admiración de propios y extraños. La impactante huella que ha dejado en las ferias de arte a las que ha concurrido (Art Madrid hace escasas semanas es una de ellas), es sólo una prueba de la admiración que despierta su singularidad mezcla de provocación, ironía, crítica y denuncia.

La exposición que Van Dyck inaugura en Menéndez Valdés es una muestra de su estilo peculiar y de la desbordante imaginación que hace posible con una depurada técnica.

Esta figura del arte asturiano nos descubre otra vez con esta muestra su singularidad en el panorama artístico nacional. Artista y muestra única ¡no se lo pierdan!