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Bajo el concepto filosófico de que 'lo único permanente es el cambio' y sobre la base de la contradicción humana, Dany Virgili presenta por primera vez al público su obra más personal.

Esta colección -compuesta por más de 80 obras fruto de 10 años de labor- surge de la observación y el diálogo con los personajes que, a lo largo de millones de años, los elementos han ido esculpiendo caprichosamente. Oxígeno, Silicio, Aluminio, Hierro y Pigmentos, componentes principales de la corteza terrestre y de estas obras.

La exposición también ... cuenta, para dar una pincelada a su trayectoria, con una selección de los retratos más representativos realizados por Dany Virgili entre 1988 y 2010.

Gracias a un recurso evolutivo desarrollado en la prehistoria, la pareidolia, somos capaces de distinguir/identificar el rostro de un posible enemigo en plena maleza. De forma inconsciente, el cerebro del homo sapiens busca patrones reconocibles entre la información que le llega a través de sus sentidos, principalmente la vista, pero es cada persona la que interpreta esos estímulos, pasándolos por el filtro de sus propios paradigmas: su cultura, sus experiencias, sus inquietudes... convirtiéndose en obsesivo para algunos autores.

Reflexiones del autor sobre el paso del tiempo

En el libro, editado por Nova Era Publications y presentado por José Corredor-Matheos, Premio Nacional de Poesía, además de unas 160 fotografías, se incluyen una serie de reflexiones del autor, en las que desnuda sus inquietudes: 'Me sorprende y asusta la tendencia de la sociedad actual a traspasar descaradamente la frontera de la naturaleza, tratando de impedir a cualquier precio los efectos del envejecimiento en las personas, en una lucha ?perdida de antemano? por retener una apariencia que se nos escapa', declara Virgili.

'La belleza no depende del paso del tiempo sino de nuestra mirada', añade Virgili, quien, contradictoriamente, ha estado desarrollando encargos en el mundo de la publicidad durante más de 30 años. 'Me cuestiono si ese devenir implica decadencia o si, por el contrario, se mantiene la armonía inherente a lo natural'.

Homenaje a Los Caprichos de GOYA

¿El paso del tiempo produce monstruos?

Es la obra que da título a la exposición y hace referencia al grabado nº 43 de Los Caprichos de GOYA, titulado 'el sueño de la razón produce monstruos', en el que aparece el propio GOYA 'dormido' a medio realizar algún trabajo intelectual o artístico.

En el dibujo preparatorio, aparece manuscrito lo siguiente: 'Sueño I.º Ydioma Universal. Dibujado y Grabado pr. Franº. de Goya. Año 1797. El Autor soñando. Su intento solo es desterrar vulgaridades perjudiciales, y perpetuar con esta obra de Caprichos el testimonio sólido de la verdad.' Desde otro punto de vista, Virgili nos plantea 'el paso del tiempo', entendido como actitud pasiva de una sociedad anestesiada que no siempre reacciona ante 'la ausencia de razón' de algunas actuaciones que, por repetidas, aceptamos sin cuestionarnos demasiado, y que pueden producir otro tipo de monstruos.

El ambicioso objetivo del proyecto es invitarnos a reflexionar sobre algunos de los 'males' que siguen afectando a la humanidad y proponer una nueva visión, un nuevo paradigma donde 'Tod@s importamos!'.

'Persuadido el autor de que la censura de los errores y vicios humanos (...) puede ser también objeto de la pintura, ha escogido como asuntos proporcionados para su obra, entre la multitud de extravagancias y desaciertos que son comunes en toda la Sociedad Civil (...)' Extracto del anuncio de la 1ª edición de Los Caprichos de GOYA, publicado en el Diario de Madrid (06/01/1799).

A continuación, reproducimos un extracto de uno de los textos de Dany Virgili que aparecen en el libro/catálogo de la exposición, diseñado por Alberto Fregenal y editado por Nova Era: 'Soy un individuo solitario. Me siento incómodo entre la gente... pero una de las necesidades básicas es formar parte del grupo. Por eso me hice retratista. Quizá por eso busco obsesivamente caprichos de la naturaleza, que me hagan compañía sin interrogarme, sin juzgarme, sin esperar nada a cambio.

Y me cuentan sus problemas. Los nuestros.

Empecé queriendo reflejar una historia que me sorprendía y me he encontrado de frente con algunos de los grandes conflictos que arrastramos desde hace demasiado tiempo.

La violencia; la pobreza; los abusos; el fanatismo. La repetición a lo largo de diferentes épocas de los mismos desastres no debería convertirlos en 'con-tradiciones' que aceptamos porque hemos acabado incorporándolos a nuestros paradigmas: 'la vida es así'; 'forman parte de la naturaleza humana'; 'siempre han estado ahí'.

No me resigno a convivir con ellos. Quiero abrir los ojos. Los míos y los de quienes aún conservan la capacidad de hacerse preguntas. ¿Es posible cambiar el mundo?'