La ciudad de la imagen

Exposición / Museo de Arte Contemporáneo Latinoamericano (MACLA) / Calle 50 entre 6 y 7 / La Plata, Buenos Aires, Argentina
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Cuándo:
24 ago de 2012 - 30 sep de 2012

Inauguración:
24 ago de 2012

Organizada por:
Museo de Arte Contemporáneo Latinoamericano (MACLA)

Artistas participantes:
Nicolás Amoroso

ENLACES OFICIALES
Web 

       

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Descripción de la Exposición

Nicolás Alberto Amoroso es un artista plástico que ha realizado más de 20 exposiciones individuales y ha participado en más de 70 muestras colectivas. Realizó la licenciatura en pintura en la Universidad de Tucumán y posteriormente, a partir de una beca del Fondo Nacional de las Artes, obtuvo el título de Licenciado en Cinematografía en la Universidad Nacional de La Plata. Posteriormente obtuvo su Doctorado en Diseño y actualmente es profesor e investigador en la UAM Universidad Autónoma Metropolitana Ascapotzalco.

 

'Un caminante recorre las urbes y acopia múltiples imágenes' escribe Amoroso en el catálogo de la muestra.

 

'El conjunto de todas ellas conforman una nueva ciudad que tiene una parte de ésta, otro tanto de aquella, un poco de esa otra. Así, el viandante culmina su tránsito escribiendo un texto nuevo, impreciso, siempre inestable en la medida que intensifica sus experiencias'.

 

'El receptor deviene creador al manifestar una nueva ciudad que es propia de sus percepciones y expresiones. La propuesta que les presento explora esa dimensión que tiene a la imagen como protagonista. Una, existente, real, y otra convocada, reformulada, creativa, desde perspectiva impar. Por ello la singularidad de esta ciudad que es más que la suma de todas las conocidas, entrevistas, exploradas, La Ciudad de la Imagen. Así, es Buenos Aires la que fluye en esta serie de pinturas que realizo, con un sesgo documental, ya que se trata de un documento del espíritu.'

 

La impresión final, al decir de la crítica de arte Rosa Faccaro, es una ciudad metafísica. Una ciudad que no sólo es para alguien sino que se está definiendo y acomodando a la visión interior de ese particular observador. Cada cuadro responde, entonces, a la interioridad del pintor.

 

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