Artista figurativo, de formación académica que tenía auténtica necesidad de expresar los volúmenes, como el veía las formas corpóreas. Realizó su creación artística de escultura monumental, funeraria, religiosa y cerámica. Son especialmente conocidas sus esculturas de niños. Los cuales, a decir de los expertos, mejoran los de Benlliure, son obras llenas de sensibilidad, que muestran el sentir de un corazón puro. Su escultura tiene un estilo especial en los que la fuerza, dulzura, expresión, armonía identifican sus trabajos.
En la Cerámica expresó su particular universo y en sus creaciones apreciamos lo que sentía, lo que le emocionaba, cómo veía el mundo, traduciéndolo a volúmenes en los que jugaban y se unían la parte escultórica y la parte cerámica. Para ello fue realizando la investigación en este arte y lo utilizó como un medio de su expresión artística. Hizo esculturas pensando en la cerámica e hizo toda una extensa labor cerámica,...para dar un lenguaje expresivo de la escultura. Formando un todo único y particular en cada caso. Buscó el cálido color del barro rojo bruñido para, de forma sencilla y elemental, valorar la expresión del propio trabajo escultórico, con el bizcocho del barro de porcelana para el modelo clásico y en las cerámicas policromadas realizó un trabajo único y particular en cada ejemplar, convirtiéndolo en obra única que lo diferencia de otras piezas. Toda una trayectoria cerámica que llena el siglo XX. Esta empezó en su niñez, con la simple observación de los trabajos de los alfareros de Alfara de Algimia, en la década de los veinte comenzó a estudiar con libros de la biblioteca paterna y los estudios y la investigación continuarían hasta el final de su vida. Los barros, los hornos, la cocción, los colores, los vidriados, las técnicas decorativas fueron objeto de su estudio. Utilizando las tradicionales técnicas de decorar con un sentido renovado, ingenioso y moderno.
La exposición sobre Luis Bolinches permite, conocer a unos y recordar a otros, la obra escultórica del artista valenciano, la proyección cerámica de parte de la misma y los documentos que formaron parte en su creación artística.
Cuenta con un total de 85 piezas que se presentan en cuatro secciones. El discurso museográfico se organiza según un criterio cronológico, acompañado de otro trasversal de carácter temático, de modo que el visitante pueda comprender de forma global la trayectoria de este artista valenciano.
El primer apartado muestra su formación de escultor. Para ello se ha seleccionado un conjunto de estudios inspirados en la figura femenina, así como numerosos apuntes y bocetos que nos muestran también su faceta como dibujante.
La segunda sección gira en torno a la cerámica de los años treinta. Se trata en su mayoría de obras polícromas, influidas por el art deco y los temas valencianos, tan en boga en aquellas fechas. Esta línea de trabajo se prologó hasta principios de la década de los años cuarenta.
Continuamos el recorrido con una selección de piezas realizadas a partir de dicha fecha. Así, la tercera sección se centra especialemente en las incursiones del artista en la técnica de la porcelana y en el mundo de los niños, que le sirvieron de inspiración a partir de los años cuarenta.
Finalmente, a modo de colofón se exhiben documentos y herramientas de trabajo que nos hablan de la persona y su mundo particular, mostrándonos los aspectos técnicos y biográficos más relevantes de Luis Bolinches Compañ.
Entrada actualizada el el 26 may de 2016
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