Descripción de la Exposición
Con motivo de la celebración en 2018 del Año Murillo, el Museo de Bellas Artes de Córdoba ha estudiado y puesto al día todos sus fondos en diferentes soportes relacionados con el artista y su escuela; que llegan a sumar un total de ochenta y tres obras - veinte pinturas, cincuenta dibujos y trece grabados-, las cuales han sido debidamente catalogadas y en algún caso restaurada. De todos estos trabajos, fruto de varios años y de diversas personas, se tendrá cumplida cuenta cuando se publique el catálogo escrito por su Director, que la Consejería de Cultura llevará a cabo.
Sin embargo, fundamentalmente por falta de espacio, en la muestra solo se han podido exhibir treinta piezas: seis pinturas, siete grabados y diecisiete dibujos; algo más de la tercera parte. En ellas se incluyen un borrón al óleo y tres dibujos que el Museo ha pasado a considerar originales de Murillo, y que hasta ahora eran prácticamente desconocidas, las cuales se exhiben junto a otras pinturas y dibujos de compañeros, seguidores y copistas, -en buena parte también inéditas-, como Francisco Herrera el mozo, Pedro Núñez de Villavicencio, Cornelio Schut el joven, Francisco Meneses Osorio, Alonso Miguel de Tovar, Juan de Espinal, Andrés Pérez, o el Infante don Gabriel de Borbón.
Córdoba, y su recoleto pero basto Museo, no se podía quedar al margen de esta efeméride, pues los fondos de la escuela sevillana con los que cuenta presentan suficiente interés como para que deban de saltar a primer plano, y ser conocidos tanto por los expertos como por el gran público, sumándose con ello a los grandes factos expositivos e intelectuales celebrados y que están por celebrar en Sevilla.
Como es conocido, a pesar de haber trabajado en exclusiva, desde y para su ciudad natal, la actividad y proyección de la obra de Bartolomé Esteban Murillo (Sevilla, 1617-1682), fue de tal calibre, que no sólo un buen número de pintores siguieron muy directamente su manera de pintar, o los temas por él tratados con sus singulares composiciones,- fundamentalmente a través de la llamada Escuela de Pintura por él fundada en 1660 junto a Francisco Herrera el mozo en la Lonja vecina a la Catedral-, sino que su fama trascendió al siglo XVIII, en que se le seguiría imitando por doquier, a la par que sus obras se difundían mediante estampas.
La exposición pretende recrear también ese momento del siglo XIX en que Murillo se pone de moda en toda Europa, siendo sus cuadros codiciados por los principales países para pasar a formar parte de sus nacientes museos estatales. Sin embargo, esta segunda parte de la fama de Murillo mantiene todavía capítulos bastante oscuros en lo que respecta fundamentalmente a su repercusión en las distintas provincias de España. Como es el caso de Córdoba, donde habría tenido significativos seguidores, como Antonio Fernández de Castro o Agustín Rodríguez, y donde el fenómeno no ha sido estudiado en profundidad todavía. Este es otro de los aspectos que desarrolla la muestra, introduciendo en la misma varias obras de estos artistas cordobeses.
Por tanto, además de poner de manifiesto el alcance de Murillo en Córdoba y en su Museo, esta exposición pretende, finalmente, acercar al visitante a la transmisión de los contenidos culturales e iconográficos que parten de la obra del sevillano, viendo la repercusión que llegó a tener en la cultura española de los siglos XVIII y XIX, bien gracias a la compra y estudio de alguna de sus obras, o bien mediante la difusión que de las más importantes se hizo mediante su reproducción por el grabado.
No es el único evento que Córdoba dedica a Murillo, pues como es conocido la Filmoteca de Andalucía proyectó en días pasados el documental de José Romero, realizado para Producciones Sacromonte, Murillo de óxido y oro, que todavía contemplará su tercer pase mañana a las 19,00 horas.
Formación. 30 oct de 2025 - 11 jun de 2026 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España