Prólogo para la exposición en Galeria Krabbe marzo - abril 2013. Pintar es una manera de rezar, pero es a la vez un que hacer absurdo, parecido al que los dioses le impusieron a Sisyphus. Cada día uno arrastra laboriosamente un gran bloque de roca hacia la cima de la montana, y cada mañana lo encuentra al pie de la misma. Cada día es lo mismo, día tras día. Toda la vida.
Y cada mañana uno espera con alegría el reencuentro con la gigantesca piedra al pie de la montaña. Feliz y agradecido con su absurda piedra. Cada noche, la loca alegría de, con sus últimas fuerzas, otra vez haber logrado colocar a la piedra en su lugar, arriba bajo los cielos. Cerca de dios.
Entre la salvaje necesidad del duende de perdición y muerte, y la paciente creencia del ángel, en esperanza y amor, han sido creados estos cuadros. Los motivos a menudo se basan en los antiguos mitos, que...nos hemos inventado ante nuestra impotencia frente al gran agujero negro, y tal vez le da sentido a aquello tan bello y a la vez tan cruel, que llamamos vida.
Arne Haugen Sørensen Frigiliana, Marzo - 2013
Imágenes de la Exposición
Arne Haugen Sorensen
Entrada actualizada el el 26 may de 2016
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