Este proyecto se desarrollará entre el 9 y el 21 de noviembre dentro del Segundo Encuentro Nacional de Performance de Perú: Programa: - Andrés Senra (Río de Janeiro, Brasil, 1968 - vive en Madrid) con su obra Let´s bank (2012) 3´58´´ - Soledad Sánchez Goldar (Buenos Aires, 1977) Correspondencia México DF (2010) 5´09´ - Violeta Nicolás (Murcia, 1984) Semanario Sanguíneo (2010). 8´ 38 ´ - Marcela Rico y Raúl Rico (México) Dos hermanos tirando piedras al agua (2012). 8´10´ - Saskia Calderón (Quito, Ecuador, 1981). Técnica vocal (2011). 4´ 5´ - Cuco Suárez (Pola de Laviana, Asturias, 1961). Las noticias se escriben con sangre (2008). 4´ - Ramón Churruca (Bilbao, 1964) y Elbio Aparisi Nielsen (Buenos Aires, 1981) (España/Argentina) Lo mejor de feisles (2012). 25´
Ante la propuesta de este proyecto en Perú sobre performance, no podía ignorar el momento planetario tan convulso en el que se inscribe y gesta,...y como los creadores a través del propio cuerpo han utilizado la expresión artística como instrumento reivindicativo de identidades, culturas, memorias mutiladas, tecnologías perversas, injusticia y represión, proclamando su rebelión visceral e intelectual. Así que teniendo en la cabeza a Deleuze y este fin de fin de ciclo del calendario maya que se aproxima, lo llamé: La rabia fundadora.
La rabia fundadora, es una rabia contenida en la justa medida que no grita sino susurra y entreteje. Una rabia desde la cual se da lugar a procesos que se vuelcan en generar la transmutación del dolor y la impotencia en una alquimia de construcciones donde se exorciza el pasado para construir un futuro mas justo y menos precario. Algunos de los trabajos seleccionados son videoperformances, otros documentos-registro de performances realizadas en un momento concreto, en su mayoría obras desconocidas o poco vistas de autores de España y Latinoamérica, como exponente de como se ha abordado la rebelión íntima y otras formas de reconstrucción periféricas y/o marginales.
La performance sucede en directo susceptible de ser registrada o puede gestarse expresamente para ser grabada en las cámaras, es decir como video-performance. Muchos de los performers mas comprometidos han llegado a ella por su participación en colectivos de acción estética y agitación artística o por la influencia de las prácticas feministas de los sesenta y setenta. No debemos olvidar proyectos con carácter reciente como Mama no me lo dijo del colectivo boliviano Mujeres creando, los trabajos de violencia de genero de Priscila Monge, Beth Moyses, Regina Galindo o el desarrollado por Teresa Serrano con La Piñata a partir de la desaparición de las mujeres en ciudad Juárez. Entre los colectivos, son innumerables las acciones de todo tipo orientadas a evidenciar o poner en cuestión determinados aspectos político-sociales, y ya hace tiempo que entraron a formar parte de la historia del arte contemporáneo.
En La rabia fundadora, Andres Senra nos presenta una acción próxima al espíritu ciudadano 15M, perteneciente a su proyecto integral Let's bank, desde el cual se propone intervenir en el exterior de oficinas bancaria en desuso. A modo de site specific se apropia de elementos presentes en la fachada estos bancos cerrados por la reciente crisis para introducir, de forma mimética, fragmentos de los derechos fundamentales descritos en la Constitución Española y frases que remiten a un espacio político utópico y sobretodo a la perdida de estos derechos en España. Por su parte Soledad Sánchez Goldar parte de un ejercicio de memoria, un ritual personal y de relación familiar para afrontar el impacto de la dictadura militar argentina. El documento recoge una performance llevada a cabo en el Museo ExTeresa de México durante la Muestra Internacional de Performance Miradas Transversales.
En el trabajo de Violeta Nicolás el ritual también adquiere gran importancia, así Semanario sanguinario (proyecto becado por el festival sos 4.8 de Murcia) es una especie de pacto en el que la autora se une a una pulsera realizada con carne de cerdo que le permite deambular durante siete días trazando hitos en el espacio público y doméstico. Sus mudras son acciones que reconducen Occidente hacia Oriente. La obra de Marcela Rico es un acercamiento íntimo de recuperación del espacio de la infancia, una obra relacionada con el paisaje y la violencia en Sinaloa, uno de los estados más conflictivos en México donde se mueven los narcos. Dos hermanos tirando piedras al agua, pertenece a una serie de vídeos en capítulos donde revisitan parajes de su infancia, evidenciando la imposibilidad de recuperarlos en su estado de paz, pero marcando su impronta como un pacto con las energías de la naturaleza.
Por su parte Saskia Calderón, interprete de todas sus acciones , utiliza el vomito como un ejercicio que busca abrir la cavidad vocal para conseguir un sonido amplio, proyectando las notas líricas que contrastan y deconstruyen una cultura, la amazónica. Las escalas musicales forman parte del entrenamiento de la voz al igual que el vomito prepara la estructura interna vocal, se trata de un ejercicio intimo que analiza sonidos enfrentados al cuerpo y su etnia. En la performance Técnica vocal, se concentra en este ejercicio para aludir a una realidad, el derrame de hidrocarburos en la Amazonia. El vomito como síntoma de padecimiento y destrucción, la acción como una analogía entre una identidad desvanecida y un ecosistema en destrucción.
La teatralidad y los medios de comunicación han hecho de la relación de la performance con el video, un campo muy fértil de exploraciones. Diríamos que las acciones de Cuco Suarez y Ramón Churruca, tienen un punto de herencia de Artaud y el Accionismo vienes; irreverentes, autodidactas, por momentos clandestinas. Seleccionado en la última Bienal de La Habana, Cuco basa sus performances en la radicalidad de la experiencia corporal, explorando y explotando lo escatológico, las posibilidades de no dejar indemne al público y golpear conciencias.
Las noticias se escriben con sangre, aborda la cuestión de las guerras postcolonialistas, utilizando como concepto el terrorismo poético. A partir del lanzamiento de cohetes en un solar sobre unas construcciones que representan una ciudad iluminada, el autor pretende así instaurar y ficcionar estrategicas para la abolición de las pulsiones bélicas. Por su parte, Feisles es el nombre del trabajo de Ramón Churruca y Elbio Aparisi Nielsen, crítica irónica y divertida a la construcción de personalidades y el poder de las tecnologías/redes sociales como perverso mundo de control de nuestras vidas y su imagen a través del artista sin rostro.
Entrada actualizada el el 26 may de 2016
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