En 2007 se me encargó una instalación sonora multicanal para La Noche en Blanco. Instalé la obra en uno de los jardines de mi infancia: el Jardín Botánico de Madrid. Integraban la obra cuatrocientas frases que escribí partiendo de un conjunto de catorce palabras; dichas frases las grabé con las voces de nueve amigos/as -artistas, performers, actrices- más la mía. Con aquel material realicé en 2019 la parte sonora de esta instalación que ahora se presenta. La visual, elaborada durante 2020, consiste en una serie de láminas impresas sobre metacrilato, que contienen frases nuevas escritas a partir de aquellas palabras: son otras superficies de escritura de este Laberinto fluido como el habla. La obra forma parte de las que genéricamente denomino Escrituras expandidas. Laberinto Fluido José Iges, 2007-2020