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Todos los libros presentados ofrecen imágenes que ilustran su contenido. Durante la Edad Media, la inclusión de imágenes ... en los manuscritos se relaciona con el deseo de hacer más claro el texto, en una época en que la lectura no estaba al alcance de la mayoría de la población. Pero aspiraban también a trasladar al observador una profunda experiencia emotiva en aquellas escenas especialmente conmovedoras, como en la Piedad o la Pasión.

Debido a la riqueza de sus miniaturas, los manuscritos medievales tuvieron siempre la consideración de objetos de colección: los monasterios y las catedrales los atesoran en sus bibliotecas, los estudiosos los guardan celosamente en sus librerías, eran objeto frecuente de regalo en grandes ocasiones, como bodas y nacimientos, y es muy habitual que sus propietarios se retraten junto a ellos, en actitud lectora, como símbolo de prestigio y devoción.

Todos los libros que se muestran en esta exposición son facsímiles, copias fidedignas realizadas por diferentes editoriales con el objeto de difundir un rico patrimonio bibliográfico a nivel mundial. Estos facsímiles nos permiten acercarnos a la riqueza imperecedera de los libros originales, no sólo por su contenido o la belleza de sus miniaturas, también por la historia de sus sucesivos propietarios y la peripecia azarosa de los propios libros, que han ido pasando de mano en mano hasta llegar a nosotros.