Entre el 12 de marzo y el 30 de abril de 2021 Galería Luisa Pita nos trae a Santiago la obra de uno de los más importantes artistas contemporáneos de Galicia, Antón Patiño (Monforte de Lemos, 1957). La exposición: Latexo do Labirinto y la cita la tenemos en las paredes de la sede la galería, en la compostelana calle de Cardenal Payá.
Éste Latexo do Labirinto llega a rebufo de Caosmos, la exposición retrospectiva que el artista monfortino tuvo en el CGAC el pasado año, siendo una extensión en su concepto curatorial de aquella muestra.
Pilar fundamental del movimiento Atlántica, Antón Patiño viene realizando su labor artística desde finales de los años 70 del pasado siglo, siendo uno de los máximos exponentes de la renovación artística española en los años 80. Su sólida trayectoria le ha llevado a exponer individualmente en ciudades como Nueva York, Amsterdam, París, Barcelona, Hamburgo, Madrid o Zürich....Y a que sus piezas formen parte de colecciones de prestigiosos museos como el Reina Sofía de Madrid, el MACBA de Barcelona o el Cgac.
En esta Latexo do Labirinto podremos disfrutar de los trabajos de Patiño y de ese caosmos artístico tan particular. Una poética basada en la transmutación del universo onírico del artista en algo tangible a través de la pintura. Para lo cual el artista se sirve del dibujo como enérgico punto de partida, desde el cual experimentar con la técnica, con el ritmo y el color, haciendo pendular significado, espacio y tiempo de un modo magistral. La textura visual, la vibración matérica de sus superficies y el ritmo encendido de su gesto sugieren atmósferas donde la imagen es una amalgama que fusiona los distintos elementos del cuadro. Es en ese momento donde reparamos en la utilización de los emblemas más reconocibles del artista, en la muestra disfrutaremos del Pesanervios, de sus laberintos, sus ciclistas, los rostros de sus dípticos o de las urdimbres de signos. Dando fe en cada pieza del magnífico corpus simbólico y caligráfico del artista.
Galería Luisa Pita nos ofrece una magnífica oportunidad de disfrutar de la obra pictórica de uno de los grandes del arte visual gallego de las últimas décadas. La apertura de la exposición tendrá lugar el viernes 12 de marzo en el horario habitual del espacio compostelano, contando con la presencia del artista Antón Patiño a partir de las 17:00 horas ese mismo día.
Poética del Ser sin Límites
Gesto, línea, materia, sedimento, caligrafía, juego, contorsión, mancha, cuerpo, desequilibrio, placer, vértigo, nervio, mito, origen, y desde el origen hasta aquí todo Poética. Así es cómo se presenta Antón Patiño (Monforte de Lemos, 1957) en esta Latexo do Labirinto, a lomos de esa poética tan personal que hace de él uno de los máximos exponentes del arte contemporáneo gallego.
Umberto Eco en Opera Aperta habla de la poética como “el programa operativo que una y otra vez se propone el artista, el proyecto de la obra a realizar cómo lo entiende explícita o implícitamente”. En el caso de Antón su poética es el resultado de la dilatada trayectoria del ensayista, del pintor…del artista, que depura lenguaje y gesto a lo largo de más de 40 años y que es capaz de mantener su discurso vivo, latiendo. Candente.
De este modo el laberinto se nos presenta, en esta ocasión, a través de un grupo de obras bien escogidas que definen discurso, pero que también llenan el ojo del espectador atrayéndolo irremediablemente al universo visual y conceptual del artista. Si formas parte de la tribu te acercarás a la exposición consciente de cada emblema, de cada símbolo, enamorada de su arqueología gestual. Si no formas parte de ella, sin prisa, tomarás el camino del río y finalizarás enamorado de la tensión, del juego, del vértigo al que Patiño nos expone con cada una de sus piezas.
La exposición se construye con trabajos recogidos de diferentes series, agasajándonos con la oportunidad de transitar por la exuberante riqueza de su discurso, un ingente ejercicio metalingüístico con el que el pintor consigue relacionar su universo onírico con la corporeidad del lienzo. El origen está en el sueño más sus trabajos son el resultado de una implacable vigilia, obstinada en el análisis y refinamiento de su propia esencia como artista y pensador.
Para Patiño el ejercicio pictórico es un continuo entre creador y espectador, y el cuadro es ese horizonte de oportunidad donde las cosas acontecen de una manera plausible, física. Ahí, se experimenta con la técnica, con el ritmo y el color, haciendo pendular memoria, espacio y tiempo de un modo magistral, expansión incombustible de impulsos expresivos que dan fe del magnífico corpus simbólico y caligráfico del artista.
En sus trabajos hace gala de una increíble capacidad de gestión del espacio dentro del lienzo. El dibujo marca la pauta sin ser un dictador implacable y desde la línea se desarrollan sinergias entre silencios, manchas, fluidos, colores, emblemas y símbolos. Lo espacial toma la horizontalidad, mientras que el devenir, la gravedad y el tiempo fluyen verticalmente. Existe una vibrante pluridimensionalidad en cada uno de sus cuadros, tratando de construir recintos en los que expresar emociones. Todo tiene un porqué en la semiótica de Antón Patiño y múltiples lecturas en el espacio-tiempo de cada espectador.
Dentro del contexto abstracto de su obra el icono resulta capital cara a conformar su ideario visual. Y dentro de ese caosmos el Pesanervios tiene un papel protagónico en su lenguaje estético. Es un Pesanervios lo que nos recibe en Latexo do Labirinto, electrizante y rizomático, escuálido y especular. Misteriosa presencia que nos invita a explorar la cartografía sensorial diseñada por el artista con sus obras dentro de la exposición.
Piezas donde el ritmo viene marcado por un gesto impetuoso, en el que la pulsión genera nuevos contextos, atmósferas en las que la imagen funciona como una amalgama fusionando los distintos elementos de cada pieza. Emblemas como los Laberintos, cruces, tes invertidas, rostros o símbolos matemáticos, dan lugar a una suerte de combinatoria en el que lo científico y lo atávico se toman de la mano.
No decaigamos. En lo expresivo esto no es todo lo que Patiño nos ofrece en sus trabajos. En ellos existe una vibrante componente matérica, que surge gracias a un impulsivo uso del gesto y del color. En este sentido es muy interesante como utiliza el barniz generando procesos líquidos, que junto con el arrastre de material, texturiza orgánicamente el plano pictórico dotándolo de una fisicidad extraordinaria.
Íñigo Rodríguez Román
Imágenes de la Exposición
Antón Patiño — Cortesía de la Galería Luisa Pita
Entrada actualizada el el 10 mar de 2021
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