carlier | gebauer se complace en presentar My Arms Will Renew, la primera individual de la artista francesa Laure Prouvost en su galería en Madrid.
El trabajo de Prouvost nos seduce e invita a deslizarnos por las ranuras que se forman entre la ficción y la realidad, para sumergirnos en el mar de las historias, atravesar el umbral y aparecer en entornos alternativos y sensuales.
Con My Arms Will Renew Prouvost propone, con un gesto sutilmente político, construir historias que esbozan otras maneras de ser y experimentar el mundo. Es desde la continua y jubilosa celebración del juego, de estar vivos y de poner la vida en el centro como ella reivindica el poder de la maternidad, a la vez que activa nuestra memoria como animales marinos como un modo de reconectar con la naturaleza y con el planeta.
Estamos rodeados y protegidos de líquidos donde pasamos los primeros meses de nuestra incipiente...existencia. “Nuestra mirada, pensamiento, respiración y latidos dependen del agua”1 y su imminente escasez vislumbra cuan grave y urgente se ha tornado la crisis climática, advirtiendo sobre lo difícil que resultará sobrevivir en el futuro. “Es una situación curiosa que el mar, del que surgió la vida, esté ahora amenazado por las actividades de una forma de esa vida. Pero el mar, aunque haya cambiado de forma siniestra, seguirá existiendo; la amenaza es más bien para la vida misma.”2
El estado líquido alude al movimiento, la maleabilidad, la ingravidez; insinúa lo indefinido. También es el terreno de la ambigüedad; un territorio fértil sobre el que la artista trabaja con las palabras, juegos de lenguaje y traducciones, en cuyos huecos semánticos se plantean puentes entre el subconsciente y las emociones, entre la racionalidad y la cultura. Prouvost nos invita a cavar bien hondo; a atravesar las capas espacio-temporales de nuestra cultura y hundirnos en un estado pre-verbal, un espacio donde aún no existen las palabras ni sus atribuciones de significado. Los materiales más diversos sirven para tejer relatos y plantea estrategias de escapismo que enlazan con la tradición surrealista y ejecutan un ejercicio fantástico de traducción de sensaciones y emociones, recuerdos, deseos y vivencias. El tiempo se deshace y abandona la linealidad. Los objetos flotan en un movimiento circular con el que salen y entran del mundo, de fuera a dentro de los sueños, de fuera a dentro de las imágenes; se convierten en lenguaje para comenzar de nuevo el mismo trayecto.
Junto a una serie de pinturas de gran tamaño, la muestra presenta esculturas realizadas con cristal de Murano que representan peces cantando mientras emergen del mar, aquel lugar misterioso que puebla nuestra imaginación y nuestra mente.
En Esmé Blue, la serie de pinturas realizadas a partir de su último video narrativo Four For See Beauties (2022)3, podemos apreciar cómo figuras diversas se funden entre sí en un fondo fluido, marino. Los brazos de estrellas de mar y los tentáculos de pulpos se entrelazan con las formas incipientes de un bebé. El mar que te contiene, el útero que te gesta.
El pulpo aparece de manera recurrente en el trabajo de Prouvost. Este molusco cefalópodo tiene una característica llamativa, y es que sus órganos sensoriales y cerebrales están localizados en sus tentáculos. El pulpo piensa sintiendo y siente pensando. Y es a través de
estos brazos que se nos ofrece la posibilidad de renovarnos. Una amalgama de brazos que sostienen, que reclaman la ternura en contraposición a la violencia y los cuidados como manera de combatir la destrucción. Y es que hemos contado tantas veces la historia del héroe y de la guerra, que ésta se ha convertido en nuestro marco de referencia. Es por ello que necesitamos más que nunca narrar otros relatos, de otra naturaleza, con otros sujetos y significados. Se requieren historias “llenas de comienzos sin final, de iniciaciones, de pérdidas, de transformaciones y traducciones, y de muchos más trucos que conflictos, muchos menos triunfos
que trampas y engaños.”4
El espacio de la galería queda convertido en un paisaje en el cual varias líneas narrativas se entretejen a través de la relación que establecen los distintos objetos y pinturas que lo pueblan. Nos fundimos en un abrazo cálido, ingrávido y húmedo, donde el neocórtex se acalla y la oxitocina se dispara. Regresamos al origen donde las aguas nos mecen, en la nebulosa infancia del mar, en el vientre de nuestras madres. Se nos ofrece una mano que nos invita a descender a las profundidades, allí donde reina la oscuridad, donde nos orientamos con nuestros sentidos e intuición; un viaje en el que desaprendemos. Retornamos a un caos primigenio donde los significados se despegan de las cosas y el lenguaje recupera su capacidad maleable para ejecutar hechizos.
La próxima exposición individual de Laure Prouvost, In The Depth Heat Leaks, en La Casa Encendida de Madrid, comisariada por João Laia, se inaugurará el 7 de octubre de 2022.
Texto de Cristina Anglada
Entrada actualizada el el 08 sep de 2022
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