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En sus ultimas obras, principalmente pictóricas aunque con acercamientos claros y contundentes a la instalación y la escultura, encontramos una marcada tensión entre la textura del mundo y los diagramas del lenguaje.

Su personal imaginario, entre la desolada realidad y la ficción, nos presenta a unos personajes que parecen sacados de un campo de batalla contemporáneo, en el que los monstruos, las calaveras los cuerpos desmembrados y los intestinos desparramados conviven con la iconografía mas adolescente y masculina de las revistas de motor, la cultura cyberpunk, los videojuegos de última generación, el cine fantástico y de terror y sus macabros efectos especiales...

Para contextualizar la inquietante obra de Huffmann es interesante conocer sus referentes mas próximos, ... como el mismo nos cuenta: "en este momento creo que son Paul McCarthy y Marcelo Pombo. Me gusta trabajar con el surrealismo al modo de Mike Kelley, lo cual acarrea un interés por Georges Bataille Me gusta que en McCarthy el ketchup es sangre, pero sigue siendo ketchup, sale de un frasco Heinz. También estoy entusiasmado con Capitalismo y Esquizofrenia de Guattari y Deleuze, me resulta muy útil su versión crítica de la psicología al pensar en mi obra. Me da herramientas para desarrollar y defender una idea de obra de arte en la cual la investigación de la estructura personal y subjetiva es una poderosa (sino la única) herramienta política."