'En mi trabajo siempre manejo imágenes poéticas y metafóricas; he construido una metáfora de la belleza mediante luces de colores. Los reclamos publicitarios, las antenas parabólicas, ese exceso de imágenes al que nos sometemos a diario y que deriva en la desaparición de las imágenes porque acabamos por ver tan sólo luces de colores. Utilizo la luz como representación de lo inmaterial. Y también porque la luz se mueve en el espacio, traspasa los limites y las fronteras. Con la luz y con la idea de lo bello quiero hacer referencia a ese efecto reclamo que atrae a miles de personas. No obstante, mi obra es poética y polisémica y cada espectador puede interpretar otro tipo de significados que son igualmente acertados...'

'Siempre he utilizado la belleza en mi trabajo, pero la utilizo como una especie de instrumento para reflexionar sobre otros conceptos. En el siglo XX la belleza ha sido desterrada del mundo del arte, sobre todo a partir de los dadaístas. Pero yo entiendo la belleza como una categoría más del arte que es lícito utilizar. Las catedrales góticas son bellas, aunque la belleza no es el tema. La belleza atrae a los fieles, es un medio más que un fin. En el mundo del arte sólo ha sido un fin quizás en un corto periodo del siglo XIX. Yo también utilizo la belleza como una categoría más y me sirve para contar las cosas que quiero contar...'

Sobre la escultura instalación de la Sala B

'Buena parte de la Geometría pitagórica se relaciona con la sección áurea que tiene que ver con el pentágono regular. El Pentagrama místico, Pentalfa, o Pentagrammon. Era una especie de símbolo de identificación de la Escuela Pitagórica; por eso estudiaron exhaustivamente su construcción y propiedades. Se obtiene a partir de tres triángulos isósceles iguales que tienen los ángulos iguales dobles del ángulo desigual. Este tipo de triángulo -llamado áureo porque los lados iguales están en proporción áurea con el presentado como idea, idea mística de luz, donde la experiencia sensorial se convierte en una reflexión sobre el microcosmos y el macrocosmos. Es una obra que se adapta y dialoga con el espacio arquitectónico convirtiéndose este en soporte de los trazos de luz. Se sustenta en la base del dibujo, los tubos de neón se recortan ingrávidos y definen espacios interiores. Se dibujan en el espacio y hacen espacio, consiguiendo planos y profundidades. No son sólo dibujo, sino también color. En realidad podríamos decir que lo perseguido aquí es «pintura de campo expandido», geometría de la luz, una propuesta de plástica ambiental concebida en función del espacio mediante materiales lumínicos capaces de alterar activamente ese espacio, hacerlo medio visual implicando sensorialmente al espectador. Es una escultura invasiva que incorpora el propio espacio que ilumina...'

Sobre la luz

'Sin luz no hay visión. Una tautología tan evidente -y aplastante- como ésta nos puede servir para calibrar la importancia y pertinencia del papel que el (f)actor luz juega dentro del teatro de las artes visuales. Un teatro de luces y también de sombras, no lo olvidemos. El arquitecto norteamericano Louis Khan afirma: 'todo lo que es material en la naturaleza, las montañas, los ríos, el aire y nosotros mismos, tiene su origen en la consunción de Luz. Así, la luz es la auténtica fuente de todo ser. En realidad nacemos de la luz. Yo creo que la luz es la autora de todo lo que es material...' Deberíamos tal vez añadir que igualmente es autora de buena parte de todo lo que es espiritual. Un carácter simbólico y sacralizado que, entre otros, Juan Eduardo Cirlot se encarga de recordarnos en esa obra espléndida y necesaria que es su Diccionario de Símbolos, identificándola con el propio espíritu, con toda su aura metonímica y su intensidad luminosa. Esa doble militancia, ética y energética, inmaterial y física, es la que hizo a los primeros padres del cristianismo, y después a los eruditos medievales, diferenciar entre lux (dimensión espiritual) y lumen (dimensión material).

Lux y/o lumen, lo cierto es que debido a toda esta carga metafórica, energética, conceptual y simbólica, la luz - en síntesis, una onda electromagnética, compuesta por fotones individuales, capaz de ser percibida por el ojo humano, y que determina con su frecuencia el color - se ha convertido a lo largo de la historia en un material útil y fecundo para muchos artistas...'

'En el arte, la pintura tradicional se ha centrado principalmente en la problemática de la luz natural y en los fenómenos de ondas que pueden ser descritos por la óptica. En 1889 Heinrich Hertz fue el primero en demostrar la existencia de la radiación electromagnética construyendo un aparato para producir ondas. Probó experimentalmente que las señales eléctricas pueden viajar a través del aire libre, como había sido predicho por Maxwell y Faraday. Estas ondas eléctricas se comportan exactamente como las ondas ópticas y tienen también la misma velocidad. Hay una relación que es a la vez real y simbólica entre la luz y la electricidad. El universo de luz artificial producida por la electricidad tiene gran influencia sobre todos nosotros. Muy poco medios han revolucionado, transformado y democratizado tanto nuestro espacio vital en el último siglo como la luz eléctrica. Las áreas más diversas de la vida diaria, la vida laboral, el consumo, los medios de comunicación, etc., han sido transformados por la luz artificial. Desde el principio del siglo pasado, la luz artificial ha iluminado las calles, los escaparates, las carteleras de los teatros y las casas de una forma sin precedentes. Residimos en ciudades que se han convertido en jardines de luz. Observada la Tierra desde un avión o desde los satélites brilla de noche como un racimo de estrellas. Estrellas artificiales que cambian el mundo visible y cambian la vida de la gente. Luz reclamo, construida con luces de colores como metáforas de estos letreros luminosos de luz de color que provocan el efecto llamada, que nos atrapan suscitándonos deseo, representaciones de belleza, riqueza o seducción. Ideas que el poder político, económico, religioso, etc. han

usado a lo largo de la historia como reclamo. Del mismo modo la publicidad o el arte, la belleza se ha usado como un medio. Los reclamos publicitarios luminosos han transformado las ciudades occidentales. Hay un exceso de imágenes brillantes, de textos, de colores, a los que nos sometemos a diario y que derivan por sobresaturación en una desaparición visual de estas mismas imágenes, contradicción de la acumulación, porque acabamos por ver tan solo un sinfín de luces de colores que nos atraen y atrapan en deseo...'

(Citas de Francisco Carpio)