Un límite es una frontera, una línea de demarcación que acota territorios, ideas, conceptos, podríamos decir que es moral. Por el contrario, un linde se mantiene en un territorio indefinido, es difuso, siempre se halla al borde de, casi en la cosa que se expresa, no es dogmático.

Esencialmente, ésta es la idea que vertebra la exposición, ya que en ella nos encontramos con unas obras que, mediante lenguajes distintos, buscan interrelacionarse manteniéndose en territorios difusos. Las piezas en aluminio se hallan a medio camino entre la pintura y la escultura. Los cuts son estructuras que se construyen mediante las sombras que dibujan los relieves y vaciados producidos por los cortes, sombras inmateriales que generan, al materializarse, las estructuras que configuran los monotipos, creando una serie de relaciones que difuminan los límites ampliando y propiciando nuevas miradas, lecturas e interpretaciones.

Se abre, pues, un diálogo de opuestos: dentro-fuera, vacío-lleno, estático-dinámico, real-mental, realidad-ilusión…, ... que busca crear tensión, generar dudas, abrir interrogantes y, con ello, una relación activa del espectador. Se trata en definitiva de poner en relación lo real, lo mental y representacional, es decir, poner en cuestión aquello que llamamos realidad, nuestro modo de percibirla, interpretarla, y representarla.