Descripción de la Exposición
Para muchas personas el carácter español de los abanicos y su empleo casi exclusivamente en verano serían dos verdades casi absolutas que sumar a la de su uso fundamentalmente femenino. Pero, frente a esta impresión general, la realidad es que desde hace más de 4.000 años, y a lo largo y ancho de todo el planeta, los abanicos se encuentran en múltiples culturas y han jugado un papel mucho más importante que el de dar aire ante la subida de las temperaturas: junto a sus aspectos funcionales, su papel como símbolo de estatus aparece como una constante.
La riqueza técnica y material de muchos de ellos refleja esta vinculación con las clases superiores de las sociedades que los han empleado. En la nuestra, sin ir más lejos, la realeza, la nobleza y posteriormente la alta burguesía fueron los coleccionaron desde la Edad Media, siendo un "complemento" indispensable visible en múltiples retratos. Su uso también resultó obligatorio en reuniones sociales en las que sirvió a un complejo sistema de comunicación. Su utilización por parte de los hombres también se encuentra ampliamente difundida, y abarca todos los continentes y, en el caso de África, también se asocia al prestigio de quien lo lleva.
La gran diversidad de formas y materiales en que se han realizado es expresión de diferencias culturales claras. Materiales nobles, o menos nobles, para las "varillas" o el mango (madera, marfil, carey, concha...) y variadas soluciones para el "país" (plumas, telas diversas, seda...) conviven a lo largo del tiempo. Los característicos abanicos plegables de la Europa moderna surgieron en Japón o China entre el siglo VII y el XI pero su difusión por Occidente sólo se produce a partir del siglo XVI y se asocia a exportaciones, a veces masivas, y a modas que valoran la cultura de esos países.
Exposición. 08 may de 2025 - 14 sep de 2025 / MNAC - Museu Nacional d'Art de Catalunya / Barcelona, España
Formación. 30 oct de 2025 - 11 jun de 2026 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España