La exposición de retratos de Luis Caballero reúne más de 70 obras realizadas en lápiz, carboncillo, tinta, sanguina, acuarela y óleo, en las que se evidencia el dominio del artista en el manejo de estas técnicas. El dibujo fue núcleo central en su obra. Con el lápiz, el carboncillo y el papel, Caballero creó un lenguaje personal que le permitió, en el caso de los retratos generar un espacio íntimo entre el modelo y el artista, como también entre el espectador y artista. El retrato dentro de la obra de Caballero fue quizás el género más tranquilo, aunque sin dejar de lado la expresividad y el erotismo característicos de su obra. Los modelos de sus retratos eran, en su mayoría, personas cercanas a él, con las que existía una relación de amistad. Luis Caballero, es después de Fernando Botero, uno de los artistas colombianos con mayor reconocimiento y exposiciones a nivel internacional.