Una muestra palpable de aquella frase tan manida de que la realidad supera a la ficción son las imágenes de Mario, una alegoría del momento que vivimos cada uno, de esa imagen que se alinea en nuestro horizonte más próximo sin apenas distinguirlo. No sólo congela el momento sino que lo adorna sin excesos, con la misma sencillez que la contundencia más aplastante que podamos imaginar. Un espacio es mucho más que algo por rellenar o por imaginar, es un lugar que tiene trascendencia en la vida y por consiguiente en la imagen. Así se dibujan los espacios en esta colección, el vacío puede ser interrogante, pero el motivo es algo que te golpea directamente, te enseña a ver, a mirar para ser visto, es casi un grito sordo y ahogado, plasmado en unos blancos y negros que dejan poco sitio a la improvisación, así como el color, que aplica...con la misma sutileza, como delimitando la gama de tonos entre dos puntos. Cualquiera podría caminar como un funambulista a cien metros de altura, pero solo la fotografía es capaz de hacernos sentir ese mismo vértigo con sólo una mirada.
La distancia que va entre el vacío y el lleno es muchas veces tan intangible que sin ayuda seríamos incapaces de distinguirlo.
Santana de Yepes Trapecista Converso
Imágenes de la Exposición
Mario Menéndez del Riego
Entrada actualizada el el 26 may de 2016
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