Maru del Real, pintora tudelana autodidacta, desarrolla en sus lienzos un estilo muy personal e independiente, y centra su trayectoria en el estudio del color y de la luz. Amante de la pintura, y habiendo realizado numerosos viajes a París y Londres, su vocación empezó algo tardíamente, tras su decisión de trasladarse a Madrid, donde actualmente tiene su estudio.

Se trata de un enfoque introspectivo de la variedad de la naturaleza y sus contrastes, que festeja y celebra en su pintura.

La oposición de tonalidades ofrecen una visión optimista de la vida, y la muestra ofrece una mirada limpia y sincera, carente de artificios. La búsqueda de la armonía y la relación del hombre con la naturaleza apacible y alegre, evocan casi a ... un haiku occidental.