En esta época de pensamiento débil altamente digitalizada y estéticas con abundancia de decoración de interiores adornadas de ciertas pretensiones, material sensible se poetiza visualmente destacando el papel de la palabra a través de paradojas, simulaciones, metáforas y nomadismo estético, para manifestarse en un espacio de superstición como es, en este caso, el ámbito expositivo que acoge esa convención a la que solemos llamar arte. Un trabajo basado más en conceptos que en los materiales, que se expresan en diferentes técnicas de significación como son: religión, filosofía y ciencia, las cuales se interrelacionan y combaten en un juego de conceptos sobre lo que podríamos definir, irónicamente, como una: Pared de billar. Escritura y dibujo proponen situaciones y preguntas teñidas de cierta ironía, con el fin de conectar con las pulsiones intelectuales y sentimentales del ser humano. Fernando Megías