Max Gärtner (Heidelberg, 1982) guía a los espectadores a través de narrativas visuales en las que intervienen personajes y símbolos cautivadores. El artista multidisciplinario capta impresiones de otro mundo con la intención de explorar la existencia humana a un nivel metafísico. Su afán por comprender mejor la conciencia y el concepto de una realidad polifacética se traduce en representaciones de "seres" que encarnan una sensación de poder y monumentalidad.
Bali, un destino conocido por sus creencias animistas, se convirtió en un hogar para Gärtner tras un inesperado viaje a la isla hace nueve años. El artista hispano-alemán encontró en su abundante paisaje cultural un sentido de comunidad y pertenencia. Este vínculo creció a medida que dedicaba más energía creativa a descubrir su identidad espiritual única.
En Bali, las obras de arte se crean tradicionalmente como parte de un diálogo entre los adoradores y los dioses. Este acto de reverencia, como forma de...arte, se explora en los recortes de papel y las esculturas de madera del artista.
Al igual que su temática, las piezas de Gärtner son visualmente únicas y cautivadoras. El significado de cada línea es primordial en su obra. Cada trazo ocupa un espacio importante e inamovible dentro de la forma presentada. Una poderosa presencia se materializa a través de complejas relaciones de contornos interrelacionados. Después de conceptualizar y dibujar las obras, se tallan utilizando herramientas y técnicas tradicionales o se transfieren al papel y se cortan, moldean y montan a mano.
«Considero que la línea dibujada a mano es de extrema importancia, es la base de todo mi trabajo. Dibujar a mano representa, en cierta medida, presentar lo más íntimo de uno mismo: no hay lugar para el engaño, el espectador recibe una visión sin adulterar.» Max Gärtner
Entrada actualizada el el 28 dic de 2021
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