Venus prehistóricas, arquitecturas modernas, viejas ventanas, bicicletas, toros, puertos, retratos, farolas, bosques, matrículas... son algunos de elementos que se dan cita en la composición del artista plástico Mikel Garate. En escalas sin orden aparente y jugando con el tiempo y el espacio en la más absoluta libertad, Mikel Garate crea obras personales de texturas y color.

En principio, su obra nos podría llevar hacia el Pop Art, por su intenso colorido y su empleo de la serigrafía. Sin embargo después de una primera lectura, se pueden apreciar ciertos guiños e influencia de estilos que han marcado la historia del arte del siglo XX, tales como el Informalismo, del cual recupera lo gestual y el gusto por la materialidad; o el minimalismo, estilo ... con el que comparte la búsqueda de la esencia absoluta. Si a todo ello le sumamos el empleo de elementos de corte más realista, observamos cómo nos encontramos ante un ejercicio eclecticista adaptado a nuestra realidad actualidad.

El concepto de libertad de actuación es el que mejor define el trabajo de Mikel Garate, trasmitiendo al espectador este juego lúdico/creativo tan característico de su modus operandi. En sus obras, pintadas en acrílico sobre lienzo, cualquier elemento sirve si contribuye al resultado final: pinceles, trapos, esponjas, rodillos, video-proyectores..., teniendo en la serigrafía la principal base creativa.

Sin duda, la Galería Movart, nos presenta una gran y nueva obra del arte actual de la globalización.