Ciudades metáfora
El actual horizonte de lo humano es, sin duda, urbano. Lo que en algún momento de la prehistoria apareció como un patrón de asentamiento conveniente para la distribución del trabajo, la seguridad o el intercambio de mercancías, hoy es el entorno natural de miles de millones de personas cuyo modo de ser en el mundo es vivir en una ciudad.
En una conferencia sobre su célebre libro Las ciudades invisibles, Ítalo Calvino explicaba que las ciudades son un conjunto de muchas cosas: memorias, deseos, signos, palabras, recuerdos. En uno de los textos del libro, el escritor sentenciaba: no tiene sentido dividir las ciudades en felices e infelices, sino en otras dos categorías, “las ciudades que a través de los años y las mutaciones siguen dando su forma a los deseos y aquellas en las que los deseos o bien logran borrar la ciudad o son borrados por...ella”. Para Calvino, las ciudades son, en última instancia, un marco de referencia existencial, como las que tan laboriosamente construye Martín López de Romaña.
Como cada composición de esta serie es un collage de recortes de fotografías impresas en vinil autoadhesivo, desde el propio lenguaje en el que son concebidas, estas ciudades tienen una naturaleza simbólica doble: en ellas vive el significado que cada elemento cortado arrastra de su origen (en la muchos casos, una fotografía de otra ciudad: sea París o Lima, Londres o México) y el que adquiere en la nueva composición como elemento de la nueva ciudad que Martín construye. Y, hay que decirlo, Martín las construye detenida y casi obsesivamente, en un proceso que dura meses y que adquiere, por tanto, el carácter de una disciplinada meditación que se nutre de un fondo de cultura clásica con marcados acentos filosóficos y teológicos.
El resultado son ciudades-metáfora: la hermosa Laetitia (en latín: gozo, placer, contento) en la que un pedazo de Londres y un meandro del Támesis se multiplican al infinito con la placidez de una visión digna de un cuadro impresionista; la inquietante Anisychía (en griego: preocupación, ansiedad, zozobra), ciudad sin horizonte construida con retazos de una foto del cerro San Cosme o la triste Distimia (en griego: mal humor, una versión de lo que hoy llamamos depresión) construida con imágenes de ciudades derruidas por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Ciudades, en fin, como espejos de los estados del alma. ¿En cuál de ellas te encuentras ahora? Búscate, seguro te hallarás.
Carlo Trivelli
Imágenes de la Exposición
Martín López de Romaña
Entrada actualizada el el 26 jun de 2016
¿Te gustaría añadir o modificar algo de este perfil?
